La tenista española Garbiñe Muguruza se ha despedido en primera ronda del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de desaprovechar su ventaja en el momento decisivo y caer este martes ante la belga Elise Mertens (3-6, 7-6(3), 6-1).
Nuevamente, la hispano-venezolana cedió en su primer partido de un ‘grande’, como le ha sucedido en seis de los últimos 14 ‘Grand Slam’ disputados desde Wimbledon 2019, confirmando su preocupante inicio de 2023, con tres derrotas, cinco seguidas desde el pasado mes de septiembre.
Todo en un partido en el que la española, finalista en Melbourne en 2020 y que bajó el lunes hasta el número 73 del ranking WTA, consiguió adelantarse gracias a dos roturas en el primer parcial, que neutralizaron la conseguida por Mertens.
Ambas tenistas intercambiaron ‘breaks’ en los primeros juegos de la segunda manga, en la que Muguruza se encontró con una oportunidad de oro para cerrar el partido cuando logró ponerse 6-5 con saque. Sin embargo, su rival anuló la ocasión y finalmente se llevó el set en el ‘tie-break’.
Fue el fin de Muguruza, desmoronada mentalmente y solo capaz de ganar su primer servicio del parcial definitivo antes de que Mertens ganase los seis siguientes juegos para concluir la contienda tras algo más de dos horas y media de batalla.
Tras el encuentro, Muguruza lamentó la «dura» derrota cosechada. «Me está costando cerrar los partidos en dos sets y eso hace que mi rival tenga la sensación de que puede remontar y se haga más fuerte», reconoció la exnúmero uno del mundo y ganadora de dos ‘grandes’.
«Ahora me toca trabajar con humildad y pasar desapercibida para escalar otra vez», añadió sobre su posición en el ranking (73). «Tendré que hacer un calendario adecuado a mi ranking. Ahora intentaré jugar los torneos de Oriente Medio, pero si no puedo tendré que ver otros de menor categoría», concluyó.