La periodista y escritora Gemma Ruiz Palà reivindica a las mujeres nacidas en los años 50 en la novela ‘Les nostres mares’ (Proa), Premi Sant Jordi 2022: «A nuestras madres no las tenemos como referente y lo son muchísimo. Son las tapadas. Les tenemos que agradecer que fuesen nuestro ejemplo de cómo ir por el mundo. Son el referente de vida».
En una entrevista de Europa Press, ha explicado que a través de la historia de una decena de mujeres nacidas durante el franquismo teje «una red de sororidad» en la que se ven reflejadas todas las clases sociales y se abordan las problemáticas tabú en la época, que muchas de ellas siguen de actualidad, como el aborto, el consentimiento, la homosexualidad y la renuncia a los propios sueños.
En ‘Les nostres mares’, Ruiz Palà (Sabadell, 1975) dedica un capítulo a cada una de estas mujeres, que están interconectadas, y la autora ha remarcado que ello ha obligado a dotar a la novela de «complejidad» para que todas tuvieran el mismo protagonismo y explicaran su historia desde su punto de vista.
«El feminismo debe ser interclasista», ha reivindicado Ruiz, quien ha considerado que también tiene que ser inclusivo y no quedarse recluido en compartimentos, sino que debe ser antiracista, transinclusivo y defender los derechos humanos de todas.
Para construir estos personajes, todos ellos inventados, la autora se nutrió de historias de grupos de amigas de su madre, que le explicaron experiencias, y a partir de ahí ella construyó sus propios roles para que reflejaran la «hostilidad» en que vivieron las mujeres durante el franquismo.
Ha querido reflejar en la novela como en esos años los derechos de las mujeres siempre se consideraban «aplazables» y observar la inconsciencia de privilegio que tenían los hombres durante el régimen franquista.
La escritora ha señalado que con sus historias vividas en un tiempo de «pesadilla» ha querido mostrar la energía y talento de las mujeres para subvertir la situación, y ha remarcado que las generaciones posteriores han sido beneficiarias de ese esfuerzo, a menudo poco reconocido.
Ha afirmado que los estereotipos de género continúan incardinados en la cultura y modo de mirar el mundo, ha subrayado que la ficción tiene «una parte responsable fuerte» como gran difusora y ha remarcado que la cultura y la literatura no son inocuos.
DERECHOS «EN DUDA»
Ruiz ha recordado que en el acto de entrega del Premi Sant Jordi enfatizó que hacía casi dos décadas que no se concedía a una escritora, ha remarcado que señaló «una anomalía para poderla paliar», ha celebrado que se galardonara a una novela feminista y ha subrayado que todavía queda mucho camino por recorrer.
Preguntada por la situación actual, ha afirmado que la entrada de la extrema derecha en los parlamentos democráticos hace que derechos «se pongan en duda y se cuestionen», y ha remarcado que se debe tener claro que los derechos cuestan mucho de ganar y muy poco de perder.
«Los fascismos, las extremas derechas, el conservadurismo más recalcitrante antiderechos humanos los intentará excarvar, y los primeros los de las mujeres y las minorías», ha subrayado la escritora.
