«Ya no puedo consentir lo que escucho, lo que he leído sobre mí durante varios meses. Pensé que no me importaba, pero no, en realidad no. Todo esto me afecta. Peor aún, me apaga (…) Finalmente quiero contarte mi verdad. Nunca, jamás he abusado de una mujer», afirma el intérprete en una carta abierta publicada en el sitio web del diario Le Figaro.
El Tribunal de Apelaciones de París confirmó en marzo de 2022 la imputación de Depardieu, de 74 años, por violación y agresión sexual, luego de que él mismo solicitara la anulación de dicha imputación. Estas acusaciones surgieron a raíz de una demanda presentada en 2018 por la actriz y bailarina Charlotte Arnould.
El actor, aclamado por una larga lista de títulos en el cine y la televisión, defendió su inocencia al afirmar que la mujer que lo acusa visitó su casa dos veces, subiendo voluntariamente a su habitación, y que en ninguna de esas ocasiones hubo violencia. «Lastimar a una mujer sería como darle una patada en el estómago a mi propia madre (…) Jamás hubo entre nosotros ni coacción, ni violencia, ni protesta».
Gérard Depardieu explica que la mujer que ahora lo acusa, tras ingresar «voluntariamente» en dos ocasiones a su habitación, «quiso cantar conmigo las canciones de Barbara en el Cirque d’Hiver. Le dije que no. Ella presentó una demanda». El actor se refiere a la serie de conciertos que ha dado interpretando temas de la cantante y compositora Barbara, y que últimamente han sido interrumpidos por mujeres que protestan coreando eslóganes y mostrando pancartas.
En su carta, Depardieu destacó su naturaleza provocadora y su deseo de vivir intensamente el presente, pero reiteró que no es ni un violador ni un depredador: «He sido provocador, desbordante, incluso grosero. He hecho a menudo lo que nadie se atreve a hacer», porque ha querido «vivir intensamente el presente». «No soy ni un violador ni un depredador», insiste, y señala que «ante el tribunal mediático, ante el linchamiento que se me ha sometido, solo puedo oponer mi palabra».