Miles de usuarios disfrutan de sus beneficios cada día en sus centros de estética, pero pocos conocen cuál es el origen de las tecnologías láser más punteras que existen en la actualidad. De Israel proviene, entre otras, la conocida Soprano, una innovación clínica que, tal y como apuntan desde Germaine Goya, permite una depilación eficaz en todo tipo de pieles y pelos y, lo que es cada vez más importante para los clientes, sin dolor y sin riesgo de que aparezcan las temidas manchas o quemaduras.
En este país del Medio Oriente con vistas al Mediterráneo se han diseñado las soluciones tecnológicas más avanzadas en óptica y láser. Un claro ejemplo de cómo las necesidades de un territorio en materia de defensa pueden convertirse con el tiempo en importantes avances para otros campos totalmente distintos, como la medicina.
Israel consigue decir adiós a los principales problemas de la depilación
Sin duda, el láser ha traído importantes beneficios a los tratamientos medicoestéticos que se ofrecen en las clínicas. Sin embargo, apuntan desde Germaine Goya, con el tiempo se ha hecho necesario avanzar más para encontrar técnicas que dejen de producir dolor y efectos indeseados en la piel de los pacientes, como las quemaduras producidas por la temperatura tan alta que se empleaba en las primeras tecnologías de depilación láser que salieron al mercado.
Además, otro gran inconveniente de la depilación láser tradicional es que no sirve de igual manera para todas las clases de pelo y piel. El vello más grueso o las pieles más oscuras suelen presentar el mayor número de inconvenientes en este sentido, algo que afortunadamente se ha solventado gracias al desarrollo israelí de Soprano. Se trata de una tecnología que actúa de manera más progresiva, que lleva el calor al interior de la dermis, en lugar de irradiarlo directamente sobre la superficie de la piel. De esta forma, ni el dolor ni las quemaduras o manchas hacen acto de presencia en estas sesiones de depilación.
Antecedentes
No es el láser el único avance que Israel ha aportado en el ámbito de la depilación. Ya en los años 80 dos ingenieros israelíes crearon un dispositivo que, como la cera, lograba arrancar el vello de raíz, pero lo hacía de una forma más limpia y eficiente, la Epilady.
Israel y su receta del éxito
No es casual que se esté hablando de Israel como la cuna de los más importantes avances en depilación láser y en otros muchos campos diferentes. Con tan solo 8 millones de habitantes, ocupa el puesto 7 en el Bloomberg Innovation Index, integrando el top 10 junto a 9 países europeos.
¿Cuál es la clave del éxito? La respuesta tiene que ver con el hecho de que Israel sea el país con más cantidad de startups por habitante y el segundo que más inversión destina a I+D+i. De hecho, la producción de alta tecnología supone el 15 % del PIB israelí.
El fácil acceso de la población a las nuevas tecnologías (ya desde la etapa educativa) y la gran flexibilidad y apoyo que reciben los emprendedores por parte de las instituciones (que llegan a cubrir hasta el 85 % de sus gastos iniciales) son algunos de los factores que explican este rasgo distintivo de Israel, tan desconocido aún para muchos.