La Diputación de Granada, a través del Patronato Federico García Lorca, ha editado el libro ‘Mariana Pineda, unas páginas, una emoción’, que reúne una selección de documentos que acompañan a cuatro páginas manuscritas del drama lorquiano ‘Mariana Pineda’.
El libro, prologado por la escritora Ángeles Mora, tiene como eje principal las cuatro hojas manuscritas correspondientes a dos fragmentos de ‘Mariana Pineda’, que posiblemente son uno de los primeros borradores de la obra. Las cuartillas escritas a tinta se reproducen en facsímil a tamaño real y se transcriben enfrentadas para cotejarlas con los fragmentos del texto definitivo que vio la luz en vida del autor, publicado en la colección La Farsa en 1928.
Entre los documentos que se reproducen en la publicación se encuentra una carta fechada en otoño de 1924 en la que comunica a su familia el interés que está suscitando la obra en Madrid y el entusiasmo que esto le provoca; la cubierta y algunas páginas interiores de La Farsa; y un boceto original del estreno dibujado entre Salvador Dalí, su hermana Anna María y el propio García Lorca.
‘Mariana Pineda, unas páginas, una emoción’ se suma a la larga lista de publicaciones del Patronato García Lorca que tienen como objetivo dar a conocer el legado documental y artístico del genio granadino. De hecho, este es el tercer tomo de una colección que en su primer número reunió las seis cartas que el poeta envió a Eduardo Rodríguez Valdivieso, y que, en su segunda publicación, recogió el manuscrito ‘Charla sobre teatro’, un discurso sobre la función que tenía que cumplir el teatro de su tiempo.
Ambas obras tuvieron como prologuista a Juan de Loxa, que cuenta la intrahistoria de esos documentos únicos. Ángeles Mora ha considerado «un regalo, sin duda, preparar esta edición, pero también un serio compromiso asumido con gusto y con sentido de la responsabilidad».
También ha señalado que «si Lorca es un genio a quien el mundo entero admira sin reservas, Mariana Pineda es un símbolo inolvidable de libertad, entereza, valor y lucha». Por último, la escritora cordobesa ha destacado que «lo que importa, sobre todo, es que estas hojas manuscritas, con sus tachaduras y anotaciones salidas de la mano de Federico, no se queden solo en los valiosísimos archivos lorquianos que se conservan en la Casa Museo de Fuente Vaqueros, sino que podamos darlos a conocer públicamente junto a los otros interesantes documentos».
