Alrededor del mundo, las deformaciones óseas en las extremidades inferiores tienen una recurrencia variable en mujeres y hombres. Un 35 % de la población española tiene algún dolor en los pies durante un tiempo prolongado, siendo la edad adulta donde se presentan la mayoría de los casos. Su origen tiene una clara predisposición genética, aunque el uso frecuente de zapatos de tacón cerrado y estrecho acelera la aparición de ciertas deformidades.
Entre las alteraciones más comunes se encuentran los juanetes y los dedos de garra. Estas dos anomalías generan dolor leve y moderado en algunas personas en el momento de caminar o permanecer mucho tiempo de pie, impidiéndoles realizar algunas tareas cotidianas y afectando su calidad de vida.
Para la Clínica San Román, especialista en cirugía del pie en Alicante, a través de la cirugía es posible corregir definitivamente todos los elementos patológicos que causan dolor e incapacidad en los pies, manteniendo la función biomecánica para que se pueda seguir caminando sin dolor, ya sea a la hora de corregir juanetes o dedos de garra.
Juanetes y dedos de garra
El juanete es una deformación en el dedo gordo del pie que se produce, especialmente, por utilizar zapatos con una punta demasiado estrecha. La desviación que se produce del primer dedo del pie hacia el segundo, junto con el crecimiento óseo en la parte externa provocado por el juanete, hace que se inflame la articulación, produzca dolor y pueda ser la causa de otras deformidades asociadas en los dedos, como los dedos en garra, martillo o cuello de cisne. El dedo de garra, por otra parte, es una deformación de la articulación metacarpofalángica del pie, que se produce cuando se combina la hiperextensión con la flexión distal del dedo. Esto crea una forma de «garra» en la estructura de las falanges, la cual genera un dolor agudo en la planta del pie y en la zona dorsal.
Tratamientos para la deformación ósea
Existen tratamientos parciales para estas dos anomalías como el uso de plantillas y calzado ortopédico, pero ninguno de ellos ofrece una solución definitiva, a excepción de la cirugía. En la actualidad, se controla un método quirúrgico mínimamente invasivo, que se caracteriza por no limitar excesivamente la función del pie y por presentar una recuperación más rápida. A esta técnica se le conoce como cirugía percutánea del pie o cirugía MIS y se aplica para casos de deformación ósea de diferentes niveles. Solo es necesario realizar algunas incisiones milimétricas en el antepié o donde se encuentran las crestas óseas que deforman el hueso, para corregir la anomalía y mejorar el aspecto de toda la estructura.
Este procedimiento es ambulatorio y cuenta con un amplio porcentaje de eficacia. En Clínica San Román se presta un excelente servicio de cirugía mínimamente invasiva, dirigido por profesionales expertos que garantizan la corrección total de la deformidad de dedo de garra y juanete.