Los dos hijos menores de la mujer hallada con signos de violencia y amordazada en Castro Urdiales han sido detenidos como sospechosos de su muerte.
En concreto, la Guardia Civil ha arrestado a uno de ellos, al de mayor edad, al que se investiga como presunto autor de los hechos, mientras que el más pequeño sería inimputable al tener menos de catorce años.
Ambos han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores de Cantabria y por ahora no constan denuncias previas en el ámbito familiar.
La víctima, de 48 años y vecina del municipio, fue hallada en la tarde noche del miércoles amordazada en el interior de un coche en la calle Monte Cerredo y sus hijos estaban en paradero desconocido.
Fueron encontrados sobre las dos de la madrugada en el parque Cotolino de la localidad tras el dispositivo de búsqueda habilitado y detenidos por la Benemérita, que instruyó las correspondientes diligencias.
Según informaciones publicadas en algunos medios, los dos menores tendrían 13 y 16 años y serían adoptados.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha convocado una declaración institucional a las once de la mañana en la sede de este organismo, en la calle Calvo Sotelo de Santander.
La investigación de la Guardia Civil apunta a que los dos hermanos menores de edad mataron a su madre asestándole varias puñaladas y luego trataron de simular un secuestro como coartada, para lo que llamaron a su abuela, según han informado fuentes de la investigación.
La víctima fue hallada en el suelo del asiento trasero de su coche amordazada y con varias bolsas de basura cubriendo parcialmente el cuerpo. Presentaba varias heridas por arma blanca y la investigación, de forma preliminar, apunta a que la muerte fue causada al ser apuñalada en el cuello.
También hay constancia de una riña familiar antes de estos hechos, aunque la investigación tiene aún que determinar su posible relación directa con la muerte de esta mujer, según las citadas fuentes.
Para dar con el paradero en un parque pasadas las dos de la madrugada de los dos menores, que proceden de Europa del Este y son hijos adoptivos de la víctima, resultó clave una llamada con un teléfono que realizaron a su abuela, en lo que los investigadores sospechan que era un intento de simular un secuestro como coartada del homicidio. El padre se encontraba por motivos de trabajo fuera de Cantabria.
El cuerpo sin vida de la madre apareció sobre las 20.45 horas del miércoles con signos de violencia y amordazada dentro de un coche en la calle Monte Cerredo de Castro. Desde el primer momento se desplegó un dispositivo de búsqueda para localizar a los dos menores, lo que ocurrió pasadas las dos de la mañana en el Parque Cotolino de la localidad.
La Guardia Civil detuvo al mayor de ellos, como investigado por lo sucedido, ya que el más pequeño es inimputable al tener menos de catorce años. Ambos pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores de Cantabria y por ahora no constan denuncias previas que tuvieran relación con lo ocurrido.
«UN GOLPE DEVASTADOR»
La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha reconocido es «un golpe devastador» para la comunidad autónoma. Y sobre la detención de uno de los presuntos responsables, de 15 años, y la identificación del otro, de tan solo 13 –y que es inimputable al tener menos de catorce–, ha señalado que «nos enfrenta a la dura realidad de la implicación de menores en actos de extrema gravedad».
Así lo ha manifestado Gómez de Diego este jueves en una declaración institucional en la sede de la Delegación del Gobierno, en Santander, en la que ha estado acompañada del teniente coronel de la Guardia Civil, Juan Martínez Ros.
En su comparecencia, la representante del Gobierno de España en Cantabria ha expresado su más sentido pésame a la familia y amigos de la víctima, de 48 años y vecina de Castro Urdiales, que apareció con signos de violencia y amordazada dentro de un vehículo, «en este momento tan duro».
«La pérdida de una vida de esta manera es un golpe devastador para la comunidad y nos unimos en solidaridad para ofrecer nuestro apoyo en estos momentos difíciles», ha expresado.
«En estos momentos, nuestros pensamientos están con la familia de la víctima, pero también con los jóvenes involucrados, quienes, independientemente de sus acciones, necesitan apoyo y orientación para enfrentar las consecuencias de sus actos», ha agregado Gómez de Diego.
Por ahora, el chico de 13 años ha ingresado en un centro de protección de menores, por indicación de la Fiscalía de Menores, a cuya disposición está su hermano, de 15, al que se considera presunto autor de los hechos y que sí sería imputable, a diferencia del anterior.