El perfil del conductor de un vehículo a motor que se encuentra en prisión por homicidio imprudente -es decir, causar la muerte de alguna persona sin pretenderlo- es el de un hombre, de unos 35 años, incapacitado para conducir al superar los límites permitidos de alcohol y que ocasionó el accidente en horas nocturnas y en fin de semana.
Así se desprende del informe ‘Tipología delictiva del delito de homicidio imprudente con vehículos a motor’, elaborado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias -perteneciente al Ministerio del Interior- y difundido este jueves, día en que se el Congreso de los Diputados aprueba definitivamente una nueva reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
El objetivo del informe es poner el foco en las causas y conductas tras la comisión del delito para reforzar el tratamiento dentro de los centros penitenciarios.
De las 53 personas dependientes del sistema penitenciario por homicidio imprudente con vehículos a motor, 49 son hombres (el 92,5% del total). Además, el 88,7% tienen la nacionalidad española y la edad media en el momento en el que se produjeron los hechos se sitúa en los 35,3 años.
En dos de cada tres casos, el autor del delito no estaba capacitado para conducir y el motivo en el 64,9% de las situaciones fue el consumo de alcohol. “Para nosotros es muy importante ayudar en la labor de concienciación social: el binomio alcohol y vehículo a motor debe ser incompatible”, subrayó el director general de Reinserción y Ejecución Penal, Miguel Ángel Vicente, que apuntó a la gravedad de las consecuencias del homicidio imprudente con vehículos a motor.
En concreto, las 53 personas objeto de estudio dejaron tras de sí 61 personas fallecidas y un total de 293 afectadas, lo que supone una media de entre cinco y seis víctimas por cada individuo que ingresa en prisión.
En cuanto a las franjas horarias y los lugares en los que con mayor frecuencia tiene lugar el homicidio imprudente, el informe apunta al tramo entre las 21.00 y las 8.00 horas, especialmente los fines de semana, y desvela que el 88,7% de los casos se producen en zonas urbanas y en carreteras de doble sentido. El coche es el vehículo habitual.
FACTOR HUMANO
Los ingresos por este tipo delictivo en los centros penitenciarios crecieron el pasado 27 de agosto un 42,5% respecto a los datos registrados el 31 de diciembre de 2020. El factor humano resultó ser fundamental para entender los motivos tras el delito.
La imprudencia y desatención de la vía está recogida como causa principal en el 90,4% de los testimonios de sentencia observados. Esto se concretó en un exceso de velocidad y en la invasión del carril contrario o de pasos peatonales. De hecho, una de cada tres personas fallecidas fue un peatón y una de cada seis ocupaba el vehículo del autor.
El trabajo, elaborado por Francisco Benito, consejero técnico de la Subdirección General de Relaciones Institucionales, y Beatriz Hervás, técnica de Instituciones Penitenciarias, pretende servir de fundamento para futuras investigaciones en el ámbito de los delitos contra la seguridad vial y contribuir a las tareas de prevención.
