El Atlético de Madrid ha logrado el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones después de superar este martes al Oporto en el Estádio do Dragao (1-3), en un duelo en el que Antoine Griezmann adelantó a los de Diego Pablo Simeone y en el que Correa y De Paul sentenciaron en el tramo final, y de que el AC Milan cayese ante al Liverpool (1-2).
El que resiste, gana, y eso hizo el cuadro rojiblanco. Soportó las embestidas portuguesas en el primer tramo de partido, no se desanimó cuando el gol italiano en San Siro les dejaba fuera de la máxima competición continental y fue capaz de ‘cazar’ a los ‘dragones’.
El delantero francés, en el 56, estuvo listo para recoger un rechace tras un saque de esquina y abrir la lata, y los argentinos, en el 90 y el 92, despejaron cualquier atisbo de duda para desatar la euforia en el banquillo rojiblanco, que saltó al completo al campo para unirse en una piña, con Simeone incluido, y celebrar el pase. Estarán como segundos de grupo en el bombo del sorteo del viernes.
En la noche más importante del curso, el ‘Cholo’ resolvió sus problemas atrás desplegando un 3-5-2 con Vrsaljko y Kondogbia acompañando a Mario Hermoso en línea de tres y con Marcos Llorente y Yannick Carrasco de carrileros. Tras unos primeros minutos de imprecisiones, todo saltó por los aires cuando Luis Suárez se fue al suelo.
Roto y totalmente desesperado, entre lágrimas, el uruguayo abandonó el terreno de juego para dar entrada a Matheus Cunha, antes de que Griezmann estuviese a punto de anotar el primero tras un centro de Carrasco al que no llegó por centímetros y de que Llorente se topase con Diogo Costa en el rechace. Solo unos minutos después, el segundo mazazo: gol del Milan.
Superada la media hora, Oblak mantuvo con vida a los suyos con una mano salvadora, y desde San Siro llegaban las noticias del empate del Liverpool. Los portugueses comenzaron a hacerse con el control del duelo y a encerrar al cuadro colchonero en el su área, y el meta esloveno todavía tuvo que volver a actuar ante otro remate de Grujic justo antes del intermedio.
Vitinha inauguró la segunda mitad con un disparo a las nubes y Taremi se encontró con la bota derecha de Oblak antes de que, en el minuto 56, saltasen los 2.000 aficionados atléticos en O Dragao; en una jugada a saque de esquina y después de que la zaga portista peinase el balón, Griezmann cazó el rechace para lograr su quinto tanto en los últimos seis partidos a domicilio del Atlético.
Los astros se conjuraron y a miles de kilómetros marcaban también los ‘reds’, afianzando el pase de los de Simeone. Cunha, en una jugada maradoniana, pudo incrementar la renta, pero el exmadridista Pepe apareció para desbaratar la ocasión y Koke, en el rechace, tampoco consiguió acertar.
Con el partido al rojo vivo, Carrasco vio, en el 67, la roja directa por agarrar de la cabeza a Otávio en un saque de banda tras una pugna por el balón. La tángana se desarticuló para volver a formarse unos minutos después, en una jugada en la que Wendell también fue expulsado por darle con el codo en el cuello a Cunha.
El caos, sin embargo, no despistó a los colchoneros de su objetivo, y Ángel Correa se encargó de certificar el billete tras un contraataque liderado por Griezmann (min.90). De Paul se unió a la fiesta en el descuento, y el Oporto solo pudo firmar el tanto del honor en el 96 desde el punto de penalti, después de una falta en el área de Hermoso. El Atlético estará en octavos.