Los datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Eunipo) reflejan que España es el segundo país de la UE con mayor tasa de compra de productos falsificados. En concreto, los jóvenes de entre 15 y 24 años son quienes más consumen este tipo de artículos. Este problema afecta a marcas de ropa, gafas de sol, zapatillas y otras mercancías.
Con respecto a esta situación, representantes de Hummel sostienen que la falsificación de productos provoca un impacto económico adverso e incluso resulta peligroso para la salud de los consumidores. Esto se debe a que las imitaciones no atraviesan ningún tipo de control de calidad.
Los riesgos que implica la falsificación de productos
En 2023, la Cámara de Comercio Internacional (CCI) ha elaborado un informe sobre este fenómeno en el que indica que las falsificaciones a nivel global generan un comercio estimado en 1,3 billones de dólares. Este volumen de transacciones produce un impacto devastador en titulares de derechos de propiedad intelectual, incluyendo fabricantes, distribuidores y minoristas.
Asimismo, las falsificaciones atentan contra la innovación, ya que desincentivan la inversión en el desarrollo de nuevos productos. Al mismo tiempo, las imitaciones dañan la integridad de las marcas porque los consumidores se exponen a artículos de calidad deficiente que pueden ser peligrosos. Esto genera desconfianza en el público.
En relación con esto, una prenda textil falsificada puede ser peligrosa para la salud. Esto se debe a que las imitaciones no cumplen con las normativas de seguridad vigentes. Por lo tanto, es posible que contengan sustancias tóxicas. Esto abarca a productos como ropa, calzado, equipamiento deportivo y también a otros sectores como electrónica, cosmética o juguetes.
Impacto económico en España
A día de hoy, el comercio de productos falsificados es un problema en crecimiento. En este sentido, durante 2023 se ha registrado un aumento del 10 % en este tipo de operaciones. En parte, esto se debe al auge del comercio digital. A propósito de esto, el 82 % de los productos falsificados se venden a través de distintos canales online. De hecho, el 50 % de las incautaciones de mercaderías adulteradas en la Unión Europea se vinculan con el sector del e-commerce. Además, es habitual ver promociones de este tipo de artículos en diversas redes sociales.
En concreto, en España el comercio de productos falsificados tiene consecuencias económicas impactantes. Por ejemplo, se estima que este tipo de operaciones conlleva la destrucción de alrededor de 45.000 empleos al año. Adicionalmente, el sector más afectado por esta tendencia es el pequeño comercio, ya que resulta más vulnerable y presenta dificultades para hacer frente a las falsificaciones.
En conclusión, la falsificación de productos supone un desafío trascendente para la sociedad. Esta práctica es dañina desde un punto de vista económico, sanitario y de seguridad. Por estos motivos, la marca Hummel apoya la lucha contra este flagelo.