Una mujer británica, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un río en Amberes (Bélgica) en 1992, ha sido identificada gracias a un tatuaje de una flor, anunció este martes la organización policial internacional Interpol.
Los medios belgas ofrecen este martes detalles sobre Rita Roberts, originaria de Cardiff y que llegó a Amberes en febrero de 1992, cuando tenía 31 años.
Su cuerpo fue encontrado cuatro meses más tarde en un río y se determinó que había tenido una muerte violenta.
La última señal de vida de la joven que recibió su familia fue una postal con matasellos del 6 de mayo de 1992.
La víctima «era de constitución robusta y medía aproximadamente 1,70 metros. Tenía el pelo oscuro de longitud media y una dentadura cuidada», precisa la orden de búsqueda publicada por la Fiscalía de Amberes.
El día de su desaparición «llevaba una camiseta azul oscuro, malva y verde claro, con las inscripciones ‘SPLINTER’ y ‘1990’, pantalones deportivos azul oscuro con tres franjas verdes de la marca ‘Adidas’ y zapatos de montaña de color marrón oscuro de la marca ‘DAG’, talla 40».
«La investigación pudo determinar que Rita también había estado en los Países Bajos», informó la fiscalía de Amberes.
Interpol llevó a cabo el pasado mayo una campaña dirigida a la población para ayudar a identificar los cuerpos de 22 mujeres de entre 15 y 30 años en su mayoría, encontrados en las últimas décadas en Alemania, Bélgica y Países Bajos.
Unos días después, la Unidad de Personas Desaparecidas de la policía federal de Bélgica recibió un correo electrónico desde el Reino Unido, informó el diario «De Standaard».
«Un miembro de la familia reconoció el llamativo tatuaje de flores en el informe de la investigación», explicó ese medio.
Un portavoz de la familia en el Reino Unido calificó de «impactante y desgarradora» la noticia de la identificación de la joven, pero a la vez expresó el agradecimiento de la familia tras saber que ha sido identificada.
«Rita era una persona hermosa a la que le encantaba viajar. Amaba a su familia, especialmente a sus sobrinos y sobrinas, y siempre quiso tener una familia propia. Su presencia podía animar a la gente y, dondequiera que fuera, era el alma de la fiesta. Esperamos que dondequiera que esté ahora esté en paz», señaló la familia, informa el mismo diario.
Ahora que se conoce la identidad de la mujer, la policía belga espera encontrar nuevas pistas sobre lo sucedido.