Ignacio Garriga (Vox) defiende la moción de censura como «un deber nacional» ante la «inacción» de otros partidos

Redacción

El diputado de Vox Ignacio Garriga ha abierto este miércoles el debate en el Congreso de la moción de censura que su grupo ha presentado contra el Gobierno defendiendo que «no es una operación de marketing» sino «un deber nacional» ante la «inacción» de otros partidos, en alusión al PP y Ciudadanos.

«No es una operación de marketing, es un deber nacional que asumimos ante la inacción del de resto de formaciones que por miedo o presos del cortoplacismo electoral quieren llegar a la Moncloa a lomos de una inercia que conlleva la ruina y la muerte», ha proclamado Garriga.

El diputado ha comenzado su intervención dedicándose a desmontar las críticas que ha recibido la moción: que es una operación de márketing, que «refuerza la coalición socialcomunista», que «España no está para mociones de censura» o que una moción solo tiene sentido si se obtienen los votos para cambiar el Gobierno.

Garriga ha replicado que esos argumentos «no se sostienen fuera de las tertulias convenidas a determinados espacios políticos» y ha advertido de que el Gobierno no necesita una moción para reforzarse, porque «ya están los ofrecimientos de Ciudadanos para los Presupuestos o la actitud pasiva del PP».

PP Y CS «NO SE QUIEREN DAR CUENTA»

A su juicio, el PP y Ciudadanos «no se quieren dar cuenta» de que el Gobierno del «Frente Popular» comparte una agenda de la que no se va a apartar, una agenda que tiene el objetivo de «construir mayorías alternativas al orden constitucional para poner fin a la mayoría parlamentaria y al Estado de Derecho» y la «necesidad de pervertir y malear las instituciones para protegerse de sus responsabilidades criminales para poder llevar a cabo su objetivo».

Además, ha negado que la moción solo tenga sentido si obtiene los votos necesarios porque, a su juicio, eso solo es así «si lo que mueve es la adquisición de poder» y no para qué se quiere ese poder. «Puede que perdamos pero habremos transmitido los motivos que hacen necesario convocar elecciones y censurar al Gobierno», ha afirmado, añadiendo que «más perderán los diputados que mañana tengan que explicar a los españoles su responsabilidad en la continuidad de este desastre».

A lo largo de su discurso, ha ido desglosando distintos capítulos de la acción del Gobierno de coalición, cada uno de los cuales ha rematado con la coletilla: «Sólo esto ya seria motivo suficientes para censurarle».

Según ha dicho, Pedro Sánchez es «el símbolo de la mentira y del fraude», y como «en cualquier serie política y mafiosa, su primera temporada empezó con una gran estafa, un fraude electoral», ya que en campaña se negaba a pactar con Bildu y con Pablo Iglesias. «Llegó mintiendo a los españoles y ha hecho de esta práctica su forma de gobernar», ha resumido.

Además, ha acusado a Sánchez de premiar a los suyos y sus socios con dinero público, con un gobierno a estilo de Nicaragua, donde «el presidente y la vicepresidenta son marido y mujer», en alusión al vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero.

RENDIDO A LOS ENEMIGOS DE LA NACIÓN

Garriga ha reprochado además las alianzas del gobierno de coalición con «los partidos responsables del golpe de Estado en Cataluña» y cuyo «único objetivo» es destruir a España. «El PSOE se ha rendido ante los enemigos de la Nación», sostiene.

En su discurso, menciones especiales a Bildu y el trato que reciben por parte del Gobierno: «Los representantes de ETA no son solo socios, sino que reciben el pésame personal de Sánchez por el suicidio de un terrorista, una elección que nunca tuvieron las víctimas de su acción», ha censurado.

El diputado de Vox critica además los ataques a la Corona y ha querido dejar claro que su partido no va a permitir «que un puñado de traidores manchen la imagen del monarca», lo que ha remachado con un ‘Viva el Rey’ secundado sólo por su grupo parlamentario.

Y ha reprochado a Podemos su ‘alerta antifascista’ contra Vox y los escraches a sus cargos en actos públicos, a la vez que ha restado crédito al acoso que denuncia la familia Iglesias-Montero. Al vicepresidente le ha dedicado otras palabras como «persona de pocos escrúpulos» y «servidor de los tiranos bolivarianos»,

Se ha centrado asimismo en la crisis del coronavirus, que Vox define, al igual que Donald Trump, como «el virus chino», y por cuyos efectos, en su opinión, el régimen de Pekin «debe pagar». En España ha vinculado su expansión con las manifestaciones del Día de la Mujer: «Su 8-M condujo a la muerte a miles de españoles –ha señalado–. Mucha gente ha muerto por lo que ustedes no han hecho. Pensaron en si mismo y las consecuencias, 60.000 muertos».

ANTE LA INMIGRACIÓN ILEGAL, EL BUENISMO MATA

Y ha atacado la política de los últimos gobiernos en materia migratoria, también del PP, avisando de que «la inmigración ilegal es una condena en diferido para nuestras generaciones futuras y para la paz social» y presentando un escenario de inseguridad ciudadana en las calles.

«Los responsables de la muerte de miles de personas en el Mediterráneo no somos nosotros, sino de todos aquellos que apoyan, financian y aplauden una política suicida de fronteras abiertas y un irresponsable efecto llamada –ha proclamado–. Su buenismo arruina, destruye y mata, tanto en las playas del Mediterráneo como en las calles de Europa».

En su desglose de críticas, ha tachado al Gobierno de «ilegítimo y criminal», «responsable de miles de muertes», con la única ocupación de «fomentar el odio y el enfrentamiento», y al que «le sobra chulería y matonismo político a raudales». «Son nefastos para España y los españoles», sostiene.

Para Garriga, el PSOE, Podemos y sus socios sólo son «implacables» en su agenda por transformar España en un Estado mafioso» y «no hay conflicto social en que no se pongan del lado de los que quebrantan la ley y la convivencia».

Por eso, ha insistido en que Vox ya gana presentando la moción de censura con la presentación, «porque sólo pierde quien no tiene convicciones».

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