Como si se tratase del gran Virgil Starkwell, inolvidable personaje de la película «Toma el dinero y Corre’ (Woody Allen, 1969), un hombre de 67 años trató de asaltar un banco utilizando una nota para intimidar al cajero. Sin embargo, su letra le jugó una mala pasada.
Según informó la Policía de Sussex (Reino Unido), el pasado mes de marzo, Alan Slattery se dirigió a una sucursal de la Nationwide Building Society, en Eastbourneel, y le entregó una nota al empleado en la que le pedía el dinero. Debido a su mala caligrafía, el trabajador no logró entender lo que estaba escrito y el atracador se fue con las manos vacías.
«Su pantalla (antibalas) no detendrá lo que tengo, solo entregue los billetes de 10 y 20. Piense en los demás clientes», escribió Slattery en la nota.
Slaterry no se dio por vencido y, de acuerdo a la policía de Sussex, utilizó el mismo modus operandi en tres bancos distintos en Eastbourne y Hastings en un lapso de dos semanas, aunque solo una de sus tentativas tuvo éxito.
El hombre acudió a otra sucursal bancaria y, del mismo modo, pasó una nota a la cajera, que, temiendo por su seguridad, entregó al asaltante 2.400 libras (unos 323.033 pesos) en efectivo.
Utilizando la misma técnica, el detenido intentó otro golpe, pero en esa ocasión el empleado que recibió la amenaza escrita no se intimidó y enfrentó al ladrón, que terminó huyendo.
Tras las repetidos casos, los efectivos analizaron los videos grabados por las cámaras de seguridad de los bancos y lograron identificar al sospechoso. Al acudir a su última dirección conocida, la Policía capturó al ladrón. Durante el allanamiento hallaron varias notas similares y también una campera que usaba al momento de los robos.
Al comparecer ante el tribunal el pasado 16 de julio, Slattery se declaró culpable de los tres delitos y fue sentenciado a seis años de prisión, lo que significa que cumplirá cuatro años de cárcel efectiva y la posibilidad de completar su pena en libertad condicional.
El oficial investigador, el detective Jay Fair, dijo ante los medios: “Estos incidentes causaron temor y angustia tanto a los empleados que trabajaban en los bancos como al público en general».
“Me gustaría agradecer a todas las víctimas y testigos que apoyaron nuestra investigación, y me complace ver la gravedad de los delitos reflejados en la sentencia dictada por el tribunal”, agregó.