Agentes de la Policía Nacional han intervenido en Madrid 49 especímenes de animales naturalizados, algunos incluidos dentro de los que son de especial protección en el Convenio Internacional de Especies Protegidas, así como cuatro colmillos de elefante, cuatro colmillos de hipopótamo y dos cuernos de rinoceronte y 132 piezas de marfil.
En el operativo, que se ha llevado a cabo en colaboración con la Policía Municipal de Madrid y el Servicio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), hay un hombre investigado por un delito continuado de tráfico de especies protegidas.
Todos los ejemplares se encontraban expuestos en dos pabellones ubicados en la finca en la que se encuentra el domicilio del investigado, en Madrid. En el registro realizado en la misma, los agentes intervinieron 49 ejemplares de animales naturalizados, como osos, linces, leopardos, lobos, cocodrilos y primates.
Además, se aprehendieron cuatro colmillos de elefante, cuatro colmillos de hipopótamo y dos cuernos de rinoceronte, así como 132 figuras talladas en marfil de elefante. Todas las piezas fueron precintadas y quedaron en calidad de depósito en su lugar de exposición, debido a su elevada fragilidad.
La investigación se inició en noviembre del año 2019 cuando dos agentes del Cuerpo de Policía Municipal de Madrid tuvieron conocimiento de la existencia de una colección de animales naturalizados de varias especies –algunas de ellas aparentemente protegidas por el Convenio CITES– cuyo propietario tenía intención de ceder a un museo en un municipio de Badajoz.
El Grupo de Medio Ambiente de la Policía Nacional inició las gestiones con la finalidad de acreditar la posible comisión de un delito continuado contra la flora y la fauna o incluso uno de contrabando. Como primera medida, los investigadores contactaron con la autoridad administrativa CITES para que determinaran si entre las piezas de caza podría haber alguna incluida entre las especies de especial protección.
Este extremo fue confirmado por dicha autoridad quien determinó que se observaba un elevado número de especies protegidas según los distintos Apéndices CITES y el Reglamento 338/97 de la Comisión de la Unión Europea. Asimismo, indicó que el investigado carecía de muchos de los permisos y certificados obligatorios para su tenencia e importación en territorio nacional.
Durante un año, el investigado aportó documentación con el objetivo de acreditar la lícita procedencia de los efectos intervenidos, alegando que muchos ejemplares fueron adquiridos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del Convenio CITES en España.
En el caso de aquellos ejemplares para los que no se ha presentado ninguna documentación válida, el pasado día 14 de octubre se procedió a su retirada, previa autorización judicial, y traslado a almacenes habilitados por parte del Museo Nacional de Ciencias Naturales y la autoridad administrativa CITES.