Isabel Preysler zanja con una frase los rumores de crisis entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Redacción

Tamara Falcó e Íñigo Onieva están envueltos en la polémica desde que hace varios días salió a la luz la discusión que presuntamente habrían protagonizado en un restaurante de Madrid mientras cenaban con un grupo de amigos. Tal y como asegura ‘En todas las salsas’, los marqueses de Griñón no discutieron a gritos -ya que no son de ese tipo de parejas- pero sí llamaron la atención por sus aspavientos y, tal fue su desencuentro, que abandonaron el local por separado.

Una información sobre la que por el momento no se han pronunciado ni Tamara ni Íñigo, pero sí Isabel Preysler. El pasado viernes la ‘reina de corazones’ reaparecía en la reapertura del centro de belleza de Maribel Yébenes y, sin ocultar su sorpresa por los rumores de crisis en su hija cuando lleva tan solo 7 meses casada, aseguraba que ella «no ha visto ninguna discusión» y que el matrimonio «está divinamente».

No es el único tema sobre el que habló la socialité, que 14 meses después de su ruptura con Mario Vargas Llosa, y como ha confesado a la revista ¡Hola!, no tiene «ganas» de enamorarse de nuevo: «No me estoy viendo con nadie. Estoy muy bien como estoy» ha sentenciado.

Mientras Tamara continúa alejada de los focos y no se ha dejado ver desde que comenzaron los rumores de crisis con Íñigo, Isabel sigue con su apretada agenda social y, tras arropar a Maribel Yébenes en la inauguración de su nuevo negocio, ha asistido a la misa funeral por Rafael Pastega Benjumea en la Iglesias de los Jesuitas, en el madrileño barrio de Salamanca.

Acompañada por una amiga y derrochando elegancia con un sencillo look compuesto por pantalón recto y jersey de cuello cisne negro, bolso bandolera de piel en el mismo tono y blazer con estampado de pata de gallo en marrón, la socialité ha insistido en que no hay ningún tipo de problema entre la marquesa de Griñón y su marido: «Todo bien» ha repetido hasta en dos ocasiones, dejando claro que los rumores de crisis son infundados completamente.

Feliz por el tercer embarazo de Ana Boyer, que la convertirá en abuela por octava vez la próxima primavera, Isabel ha confesado que está deseando verle la carita a su nuevo nieto, un niño cuyo nombre se desconoce por el momento: «Sí, cómo no» ha afirmado con una gran sonrisa, revelando que el año ha empezado «muy bien, muy bien».

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