La pareja de Vigo a la que semanas atrás le impidieron casarse al ir él vestido de pirata, ha logrado contraer nupcias en el Registro Civil de Vigo, después de que él (que ha entrado a los juzgados con el mismo disfraz) se quitó la peluca y el sombrero que formaba parte del atuendo para facilitar su identificación.
A la salida de los juzgados, Berto Carreira, vestido de pirata ‘Jack Sparrow’ (ataviado con sombrero, peluca y los ojos pintados de oscuro), y su pareja María, con un traje tradicional gallego, celebraron su recién estrenado matrimonio.
En declaraciones a los medios, el hombre manifestó que para que se oficiase la boda tuvo que retirarse la peluca y el sombrero y hacer una «identificación plena» en la sede judicial. En este sentido, ha vuelto a asegurar que la anterior vez que trataron de casarse no se negó a identificarse y que también se ofreció a quitarse dichos elementos del disfraz.
En su momento, fuentes judiciales aclararon que el matrimonio no se celebró por motivos de seguridad, ya que el novio no estaba plenamente identificable y no accedió a quitarse los complementos del disfraz y a lavarse la cara.
No obstante, este miércoles la boda sí se ha oficiado pasadas las 12,30 horas, toda vez que él «aceptó despojarse de los elementos que podían dificultar o impedir su identificación», según han confirmado a Europa Press las mismas fuentes.
Después de que varias personas les arrojaron arroz para celebrar su matrimonio, la mujer ha trasladado su «emoción contenida» y los nervios por la «incertidumbre» que tenían al entrar al no saber si los casarían. Él ha confirmado que es «una sensación extraña», pero celebró que lo han «conseguido».
QUERELLA
Después de que se les impidió contraer matrimonio, la pareja interpuso una denuncia, si bien hace un mes el juzgado de instrucción número 8 de Vigo acordó el archivo de la misma al entender que «no se desprenden hechos con relevancia penal» en la actuación de la magistrada y al no cumplir los requisitos formales para haberse presentado a través de una querella.
Posteriormente, la pareja se querelló contra la jueza, y este mismo miércoles han ratificado que, pese a que la boda finalmente se ha celebrado, mantendrán el procedimiento. Según ha indicado el hombre, previamente a la querella también presentaron una petición para hablar con la jueza y explicar que su intención de casarse con el disfraz «no es una tontería, ni una broma».
«Si ella hubiera aceptado hablar con nosotros, no hubiéramos presentado la querella», ha aseverado, a colación de lo que han añadido que «no es agradable» que les haya casado «una persona contra la que –están– querellados».