El pasado viernes por la noche, Jennifer Aniston fue sorprendida por una visita inesperada de la policía de Los Ángeles debido a un incidente relacionado con una broma de “swatting“.
Según los informes que obtuvo el portal TMZ, una persona realizó una llamada a las autoridades donde indicaba que se estaba produciendo una situación peligrosa y que sentía preocupación por un amigo, sin mencionar directamente a Aniston, pero proporcionando su dirección exacta, argumentando que su la persona “no se encontraba bien”, dado que había amenazado con quitarse la vida
Los reportes indican que la actriz que dio vida a Rachel Green de la serie “Friends” se encontraba dormida en su casa cuando los oficiales llegaron, alertados por el informe que insinuaba que estaba amenazando con suicidarse.
La policía respondió al llamado y llegó rápidamente al lugar poco después de la medianoche, encontrándose con el personal de seguridad de la actriz, quienes se mostraron sorprendidos por la presencia de los agentes.
Después de hablar con Aniston, los oficiales decidieron retirarse tras determinar que no había ningún peligro y que las afirmaciones eran completamente infundadas. La actriz, de 55 años, les aseguró que se encontraba bien y que no se encontraba bajo ninguna situación de riesgo.
Jennifer Aniston ha sido objeto de atención no solo por su carrera actoral, sino también por el acoso que enfrentan muchas celebridades a través de estas bromas peligrosas.
El ‘swatting’ es un tipo de broma ilegal en la que una persona realiza una llamada a los servicios de emergencia para reportar situaciones de riesgo en la casa de alguien, provocando una respuesta inmediata de las autoridades.
Este fenómeno no es nuevo en el mundo de las celebridades, pues además del reciente caso de Jennifer Aniston, en el pasado, figuras como Chris Brown, Nicki Minaj, Rihanna y Justin Bieber han sido blanco de situaciones similares, teniendo que responder a la inesperada presencia de las autoridades en sus hogares, resultando en un desperdicio significativo de recursos policiales por este tipo de bromas de mal gusto.