El productor de televisión José Luis Moreno, investigado por la Audiencia en el caso ‘Titella’, sostiene en un escrito dirigido al juez instructor Ismael Moreno que no estafó al productor argentino Alejandro Roemmers con facturas falsas para la realización de una serie, y apunta que se han rodado más de 2.000 minutos, lo que equivale a 35 capítulos de 45 minutos cada uno.
En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, Moreno sale así al paso de los hechos que se recogían en el auto de libertad provisional de 1 de julio en el que se indicaba que «habría estafado a su socio (Roemmers) a través de facturas falsas, defraudando a la vez a la Hacienda Pública, intentando ocultar sus deudas y las transferencias de fondos con la ayuda de fiscalistas».
Se refieren a una serie denominada ‘Glow and Darkness’ (Resplandor y Tinieblas) sobre la vida de Francisco de Asís que ambos productores ejecutaban bajo el paraguas de la sociedad Dreamlight Internacional Productions SL.
Según el auto, Moreno emitía facturas a esa sociedad compartida para así defraudarle el dinero que aportaba Roemmers como socio. Pero la defensa de Moreno, en su escrito, indica que ese extremo es falso, si bien reconoce que ambos participaban en la producción de esa serie que dirigía el propio Moreno y de la que, sostiene, también era guionista al 70 por ciento.
«Sin que sepamos la razón, el Juzgado Central de Instrucción considera que todo habría sido una estafa (…) y un pretexto para que obtuviera una cantidad superior a 31 millones de euros, de la que se dice que se habría apropiado», indica la defensa, para acto seguido recordar que esto no es así puesto que se han rodado 2.000 minutos de los que al menos 1.500 «son útiles».
LA SERIE ESTÁ «RADICALMENTE AVANZADA»
Por eso, sostienen que la serie se encuentra «radicalmente avanzada» y que falta sólo la inclusión de flashbacks y de efectos especiales. Y para demostrarlo, adjuntan al escrito una copia íntegra de la serie rodada, al tiempo que interesan al magistrado que dado el «valor incalculable» del material –lo cifran en 200 millones de euros– se adopten las medidas necesarias –como formar pieza separada de confidencialidad– para garantizar eficazmente el secreto de dichas grabaciones.
Asimismo, apunta que en enero de 2021 Roemmers encargó a un experto cinematográfico argentino, Javier Pablo Leoz, que valorara la equivalencia sobre al producción y la inversión, y subraya que este perito concluyó que en atención al volumen de producción visto y analizado, el material grabado es proporcional a la inversión realizada.
La defensa indica además que este perito valoró positivamente las interpretaciones de Joan Collins, Bruce Davidson y otros, y que los aspectos técnicos tenían un alto nivel.
A este peritaje, recuerdan, se unió otro de la sociedad Procivitas Producciones y Servicios SL de junio que valoraba lo rodado en 225 millones, cantidad que supone multiplicar por casi siete el importe desembolsado por Roemmers, argumentan.
MÁS DE 520 ACTORES, 600 VUELOS
Además, recuerdan que ese peritaje reflejaba la complejidad del rodaje porque contabilizó 600 vuelos, 400 billetes de tren o 4.000 habitaciones de hotel, además de contar con más de 520 actores, 800 extras, figurantes, bailarines músicos y coristas. Y apuntan que esos pagos están plenamente justificados y que desde enero de 2021 se requería la autorización de tres personas designadas por Roemmers.
Tras esto, la defensa interesa la testifical del productor argentino y que se cite también a los peritos, tanto a Javier Pablo Leoz como a los responsables de Procivitas Producciones y Servicios.
Se da la circunstancia de que Alejandro Roemmers, el productor de nacionalidad argentina que habría sido estafado presuntamente por José Luis Moreno después de que invirtiera más de 30 millones de euros para la producción de esa serie, emitió un comunicado a través de su representación legal –consta como perjudicado en la causa– en el que señalaba que confió en Moreno «por sus conocimientos técnicos, entusiasmo y entrega».
Roemmers quiere conocer ahora cuál es la realidad de esa serie, ‘Glow and Darkness’, «su calidad, su coste, y qué falta» por realizar. Sostiene que la producción de la serie fue avanzando siempre «aunque con importantes demoras y sobrecostes» que él fue financiando porque quería llevar a buen término la serie y proceder a su comercialización y difusión.