El cristianismo celebra el Jueves Santo, una festividad religiosa que forma parte de la Semana Santa. Se conmemora el jueves anterior al Domingo de Resurrección.
En la tradición cristiana, el jueves santo conmemora la última cena que Jesús compartió con sus discípulos antes de su crucifixión al día siguiente, el Viernes Santo.
Durante este día, se llevan a cabo misas y ceremonias en las iglesias de todo el mundo, donde se recuerda el lavatorio de los pies que hizo Jesús a sus discípulos y se reflexiona sobre el amor, la humildad y la entrega que él demostró. También es común en algunas culturas realizar procesiones en las que se recuerda la pasión y muerte de Jesús.