Junts ha trasladado este viernes por la tarde al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la propuesta para tratar de reconducir la crisis del Govern y entre las condiciones que han planteado piden la restitución de Jordi Puigneró como vicepresidente del Ejecutivo, han explicado fuentes conocedoras a Europa Press.
Junts explicó el jueves tras la Ejecutiva de la formación que trasladaría a Aragonès una propuesta con las concreciones y garantías que pide el partido sobre el cumplimiento del acuerdo de Govern.
El documento ha llegado al Palau de la Generalitat prácticamente 24 horas después de que la Ejecutiva de la formación optara por dar margen hasta el domingo para negociar estas condiciones con ERC antes de dejar en manos de la militancia la decisión sobre si deben salir del Govern en una consulta que celebrarán el 6 y 7 de octubre.
La propuesta consta de cuatro condiciones: restituir a Puigneró y concreciones y calendario para los tres puntos que Junts considera que se están incumpliendo del acuerdo de investidura –crear una dirección estratégica independentista; replantear la mesa de diálogo, y coordinar la acción de ERC y Junts en el Congreso–.
Según otras fuentes conocedoras, para Junts la petición de restituir a Puigneró busca ser una muestra de «confianza» entre los socios de la coalición, aunque fuentes republicanas ven imposible acceder a esta demanda.
Sobre la creación del nuevo espacio de dirección estratégica del independentismo, en el documento Junts propone reunirlo la semana que viene y que se coordine a partir del Consell de la República.
Aragonès argumentó el martes en el Parlament que al inicio de la legislatura se intentó crear este nuevo ‘Estado mayor’ del independentismo pero las conversaciones no fructificaron, y los republicanos siempre han discrepado de que el Consell de la República dirigido por Carles Puigdemont tenga un papel central en este asunto.
Respecto a la mesa de diálogo, la formación plantea poder escoger a sus representantes, después de que el año pasado Aragonès rechazara que hubiera miembros de Junts que no son consellers y por eso el partido se quedó fuera del espacio de negociación con el Gobierno.
Desde el inicio de la legislatura, el presidente catalán ha dejado claro que la negociación debe ser de gobierno a gobierno, por lo que siempre ha limitado los representantes de la delegación catalana en la mesa a miembros del Consell Executiu.
La tercera condición –con la que Junts busca un frente unitario en Madrid– es que los dos partidos negocien conjuntamente los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Se trata de una demanda que ERC siempre ha rechazado argumentando que los partidos deben tener autonomía y que se debe tener en cuenta la representación de cada formación –los republicanos tienen 13 diputados en el Congreso y Junts 4– y por eso han votado diferente en cuestiones como la investidura de Pedro Sánchez o las cuentas.
De esta manera, se antoja difícil que ERC acceda a moverse en los próximos días y es que interpretan que la propuesta de Junts está hecha sin voluntad de llegar a ningún acuerdo.
De hecho, en un avance de una entrevista de La Vanguardia que se publicará este sábado, recogido por Europa Press, Aragonès ve evidente que «está pensada para no llegar a ningún acuerdo».
«Por tanto, si tienen una propuesta seria, con voluntad de acordar, como he dicho siempre, la valoraremos», añade el presidente.