Juristas se han pronunciado en contra de elaborar una Ley para la Corona que regule las funciones y obligaciones de Felipe VI, recalcando que el monarca es un «Rey escrupulosamente constitucional» y una figura «esencial para la convivencia».
Así se han pronunciado durante la jornada ‘Felipe VI: una década de reinado’ que ha celebrado la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, donde también ha participado Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución de 1978, quien ha afirmado que la Institución de la Corona está «absolutamente consolidada y que después de 45 años desde la aprobación de la Carta Magna se ha comprobado que la misma «funciona», aprobada con un muy amplio consenso.
«El consenso, si se quiere, es posible», ha señalado Roca, para después añadir que «si se quiere la Constitución puede funcionar mucho más». A su vez, ha pedido no dar por «muerta» la Transición porque «si se hace se mata muchas cosas a la vez, y una de ellas es que existe el mandato constitucional de ponerse de acuerdo». «Y en esto la Monarquía ha cumplido un papel muy relevante», ha recordado, según recoge la Real Academia en un comunicado.
Por ello, Roca ha añadido que «el mayor elogio a la Monarquía es que ha cumplido con su función y su misión». «Hoy, el elemento que garantiza el funcionamiento de normalidad en España es la Corona», ha defendido.
Según ha expresado el expolítico, la Corona es en España «el ejemplo de consenso» que no se ha visto en estos años, al tiempo que ha reivindicado el reinado de Felipe VI, del que se cumplen ahora diez años, un periodo, ha reflexionado «tan complejo como eficaz, tan difícil como aleccionador». Así, ha dicho que en este decenio ha demostrado que es un Rey «escrupulosamente constitucional» con una vinculación absoluta y total de Don Felipe a la Constitución.
LEY GENERAL PARA LA CORONA
En este sentido, Manuel Aragón, académico y magistrado emérito del TC, ha señalado que los españoles tienen en la Monarquía un «firme asidero» para afrontar con éxito los retos futuros, «sin que sea necesaria ninguna reforma legal, como es, por ejemplo, la criticable pretensión de algunos de que se dice una ley general sobe la Corona», toda vez que la Constitución ya regula «perfectamente» el estatuto del Rey y las funciones de la Corona.
Además, ha destacado que el Rey es una «figura esencial por el gran valor que representa para el correcto funcionamiento del entramado institucional y la pacífica convivencia ciudadana, para el mantenimiento de la democracia constitucional y para la permanencia y estabilidad del Estado y la nación».
En esta línea, Benigno Pendás, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ha incidido en esas consideraciones al afirmar que «no hace falta la Ley de la Corona, porque la Constitución sólo establece ese formato para cubrir decisiones puntuales, como fue la abdicación». Así, ha incidido, «no cabe una ley general de la Corona, no sólo por razones jurídicas, sino por razones políticas». «Todo lo que debe decirse de la Corona está ya en la Constitución», ha reiterado.
Por su parte, Diego López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional, ha esgrimido que existen «argumentos jurídicos, institucionales y políticos que justifican que no haya una ley para la Corona». En esa misma línea se ha pronunciado Luis Cazorla, abogado y presidente de la Fundación Pro Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España que ha dicho que «la Constitución no permite una Ley de la Corona», por lo que existe una clara imposibilidad de que la misma se pueda llevar a cabo.
DISCURSO DE 2017
Por su parte, el presidente emérito del TC y también académico Pedro González-Trevijano ha destacado la «ejemplaridad del rey Felipe VI». «Ha cumplido eficazmente su legitimidad en el ejercicio. Es un escrupuloso Rey constitucional», ha afirmado.
También se ha referido al «momento complejo» tras el referéndum ilegal en Cataluña en octubre 2017, en el que Felipe VI dio un discurso «que seguramente quien tenía que hacerlo era el presidente del Gobierno –Mariano Rajoy–«. Unas palabras, según ha dicho, que «directa o indirectamente» fueron avaladas «por el Gobierno y Senado con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por el TC que lo avaló, por el Tribunal Supremo que condenó a los considerados responsables y por todas las decisiones del TC respecto a la sentencia del Supremo».
Emilio Lamo de Espinosa, doctor en Derecho, también ha considerado que el citado discurso del 3 de octubre de 2017 debía haberlo pronunciado Mariano Rajoy y no el Rey, pero que, en todo caso, «si no fuese por su valiente mensaje, no estoy seguro de que Rajoy se hubiese decidido a parar el golpe de Estado y aplicar el 155». «Por segunda vez, el rey defendiendo la democracia», ha recordado, en referencia a la intervención del Rey Juan Carlos cuando el golpe de Estado del 23-F.
Por último, José Luis García Delgado, ex rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha destacado el «factor de estabilidad» que ha representado el Rey en el «decenio más difícil de nuestra democracia». La Corona, ha asegurado, «ha sido el gran factor de estabilidad, desempeñando ejemplarmente sus funciones, ha sido la institución que más ha alentado la actitud de acuerdo».