La Amazonía podría convertirse en sabana por la falta de lluvia

Alvaro San Román

Cerca de un 40% de la selva amazónica corre el riesgo de cruzar un punto de inflexión en el que podría convertirse en un ecosistema tipo sabana porque llueve menos que antes y se espera que esta tendencia empeore a medida que la región se calienta por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Así se explica en un estudio realizado por ocho investigadores de instituciones de Alemania, Países Bajos y Suecia, y publicado en la revista ‘Nature Communications’. El trabajo se basa en modelos matemáticos y análisis de datos.

Las selvas tropicales son muy sensibles a los cambios que afectan a las lluvias durante periodos prolongados de tiempo. Si precipitación baja de cierto umbral, las áreas afectadas pueden cambiar a un estado de sabana, que es un ecosistema con plantas herbáceas y árboles aislados.

«En alrededor de un 40% de la Amazonía, las precipitaciones están ahora a un nivel en el que el bosque podría existir en cualquier estado: selva tropical o sabana, según nuestros hallazgos», apunta Arie Staal, ex investigador postdoctoral en el Centro de Resiliencia de Estocolmo y el Instituto Copernicus de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).

Estas conclusiones son preocupantes porque algunas partes de la región amazónica tienen ahora menos lluvia que antes y se espera que esta tendencia aumente si no se frenan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Staal y sus colegas se centraron en la estabilidad de las selvas tropicales en América, África, Asia y Oceanía. Con su enfoque pudieron explorar cómo responden esos ecosistemas a las lluvias cambiantes.

«Al utilizar los últimos modelos de teleconexión y datos atmosféricos disponibles, pudimos simular los efectos a favor del viento en la desaparición de los bosques en todos los bosques tropicales. Al integrar estos análisis en todos los trópicos, surgió la imagen de la estabilidad sistemática de los bosques tropicales», recalca Obbe Tuinenburg, ex profesor asistente en el Instituto Copernicus de la Universidad de Utrecht y científico visitante en el Centro de Resiliencia de Estocolmo.

“CÍRCULO VICIOSO”

El equipo exploró la capacidad de recuperación de las selvas tropicales para analizar dónde volverán a crecer los bosques tropicales si desaparecieran y qué sucedería si las selvas cubrieran toda la región tropical de la Tierra.

Los investigadores realizaron las simulaciones comenzando sin bosques en los trópicos de África, América, Asia y Australia. En los modelos vieron emerger masas boscosas con el tiempo en los modelos, lo que les permitió explorar la cubierta forestal mínima para todas las regiones.

«La dinámica de los bosques tropicales es interesante. A medida que los bosques crecen y se extienden por una región, esto afecta a las lluvias: los bosques crean su propia lluvia porque las hojas emiten vapor de agua y este cae como lluvia más a favor del viento. La lluvia significa menos incendios que conducen a más bosques. Nuestras simulaciones capturan esta dinámica».

Los investigadores modelaron su trabajo por segunda vez, esta vez en un mundo donde las selvas tropicales cubrían por completo las regiones tropicales de la Tierra. Se trata de un escenario inestable porque en muchos lugares no hay suficiente lluvia para mantener una selva tropical.

Entonces, los bosques retrocedieron debido a la falta de humedad en muchas áreas analizadas. «A medida que los bosques se reducen, recibimos menos lluvia a favor del viento y esto provoca que se sequen y provoquen más incendios y pérdidas de bosques: un círculo vicioso», explica Staal.

Finalmente, los investigadores exploraron qué sucede si las emisiones siguen aumentando este siglo en un escenario de muy altas emisiones utilizado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

PUNTO DE INFLEXIÓN

En general, los investigadores encontraron que a medida que aumentan las emisiones, más partes del Amazonas pierden su capacidad de recuperación natural, se vuelven inestables y es más probable que se sequen y cambien para convertirse en un ecosistema tipo sabana.

Señalan que incluso la zona más resistente de la selva tropical se encoge. En otras palabras, una mayor parte de la selva tropical es propensa a cruzar un punto de inflexión a medida que las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzan niveles muy altos.

«Si elimináramos todos los árboles en el Amazonas en un escenario de altas emisiones, un área mucho más pequeña volvería a crecer de lo que sería el caso en el clima actual», indica Lan Wang-Erlandsson, del Centro de Resiliencia de Estocolmo. Los investigadores concluyen que el área más pequeña que puede sostener una selva tropical en la Amazonía se contrae un 66% en el escenario de altas emisiones.

 

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