La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a tres años y medio de prisión al conocido como ‘Hijo de Satán’ por un delito de estafa continuada realizado en Chiclana de la Frontera (Cádiz), así como a indemnizar a los perjudicados a los que estafó con supuestos ritos satánicos a cambio de grandes cantidades de dinero con el supuesto fin, por ejemplo, de librarlos de alguna enfermedad o accidente de tráfico.
La sentencia, recogida por Europa Press, también condena a su pareja a un año y nueve meses de prisión como cómplice de un delito de estafa continuada, así como a una tercera persona a un año de prisión también por un delito de estafa continuada, aunque en esta ocasión por la venta de vehículos de alta gama de segunda mano traído de Alemania con el cuentakilómetros manipulado.
Además, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado al ‘Hijo de Satán’ a indemnizar a sus víctimas con una cantidad superior a los 350.000 euros.
La sentencia da por probado que el acusado, desde mediados del año 2008 y durante el 2009 se venía anunciando en la revista Cambalache como «profesor vidente brujo Satán, experiencia y seriedad, poder en todos los ámbitos, para solucionar problemas especialmente de amor, recuperar pareja, quitar mal de ojo, impotencia sexual…etc».
De este modo contactó con diversas personas a las que venía haciendo ceremonias o «trabajos» para la supuesta solución de dichos problemas a cambio de una retribución. Así, consiguió contactar con personas que, ya fuese por tener personalidades influenciables o por hallarse en una situación problemática, detectó que eran fácilmente manipulables, de manera que con ánimo de beneficiarse y en connivencia con la que era su pareja, decidió ejercer una influencia sobre dichas personas que le permitiese mediante engaño obtener que le entregasen bienes o dinero.
Como ejemplo, el acusado, que realizaba rituales presuntamente satánicos en los que se adoraba a una figura demoniaca, se sacrificaban animales, sangre u órganos de éstos, se rezaban letanías o realizaban actos de adoración como el embadurnarse el cuerpo con la referida sangre, llegó a conseguir que una de sus víctimas vendiera su
vivienda en Sevilla y le hiciera entrega al acusado de 60.000 euros.
Igualmente, logró convencer a otra víctima de que iba a sufrir una enfermedad y que su madre iba a morir, lo cual únicamente podía solucionarse mediante entregas de dinero a Satán, logrando de ese modo que le entregara 7.500 euros, de los que 5.000 procedían de un
préstamo y 2.000 de la venta de un coche en el que el acusado la convención de que habitaba un fantasma que pretendía matarla.