La histórica dirigente de ETA Marixol Iparraguirre, alias ‘Anboto’, vuelve este jueves a sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional, que la juzgará por el asesinato de dos policías nacionales en una pedanía de Vitoria en 1987. La Fiscalía pide para ella 80 años de cárcel por un atentado y asesinato con finalidad terrorista y una indemnización de un millón de euros para las familias. La Asociación Víctimas del Terrorismo pide la misma pena.
Considerada una de las terroristas más sanguinarias de ETA, formaba parte en el momento del atentado del ‘comando Araba’ y, según sostiene la Fiscalía, participó en la fabricación del artefacto que causó la muerte de los agentes. El juicio tiene fijado su inicio este jueves y podría prolongarse hasta el lunes 4 de abril.
El citado comando colocó en una carretera del Alto de Armentia de Vitoria un explosivo compuesto por 36 kilos de amonal y unos 40 kilos de metralla. Los terroristas activaron el explosivo al paso del vehículo policial y sus ocupantes murieron en el acto. Una tercera persona resultó herida y tardó 63 días en curar, conservando secuelas en la pierna derecha. La explosión ocasionó también daños materiales en vehículos y viviendas.
‘Anboto’ fue una de las tres cabecillas de ETA que compareció en la lectura del comunicado que puso fin a la actividad de la banda. Fue detenida junto a su pareja y máximo dirigente de ETA, Mikel Antza, en 2004 en Francia, que la entregó a España en 2019. Desde entonces ha respondido a más de una decena de crímenes en el banquillo y ha sido condenada a 298 años de cárcel. Todavía tiene varios juicios pendientes.