A pesar de haber pasado más de 18 años desde el peor atentado terrorista en la historia de España, una de las principales amenazas contra la Seguridad Nacional de los países europeos sigue siendo el yihadismo global. No obstante, su modus operandi ha mutado de los adoctrinamientos y la radicalización cuerpo a cuerpo hacia la captación, la financiación y la propaganda realizada a través de internet y el Ciberespacio.
En un contexto así, la Ciberinteligencia se consolida como una de las claves en la lucha contra el terrorismo global y en este ámbito, uno de los referentes a nivel mundial es el español Mikel Rufián de la firma especializada Bidaidea, quien se dedica a asesorar y proporcionar soluciones en Inteligencia, Ciberseguridad y Seguridad Integral a organizaciones públicas y privadas a nivel internacional.
¿En qué consiste el Nivel de Alerta Antiterrorista?
Las tecnologías digitales y las redes sociales como Facebook, WhastApp, Instagram, Telegram, TikTok y los servicios de mensajería instantánea suponen una vía de fácil acceso y se han convertido en los principales canales de captación por parte del terrorismo internacional, con mensajes y consignas violentas de corte islamismo yihadista, funcionando como foco de vigilancia y expansión de amenazas híbridas. Por tal razón, el Ministerio del Interior decidió mantener el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) en el 4, representando un alto riesgo de amenaza dentro de la escala.
En este sentido, el NAA se encuentra compuesto por 5 niveles complementarios, los cuales se encuentran asociados a un grado de riesgo determinado respecto a la valoración del peligro de terrorismo que se aprecie en cada momento. Así, los niveles de amenaza pueden ser bajos, moderados, medios, altos o muy altos y activan un grupo de medidas específicas según la intención, la capacidad y la probabilidad de cometer un atentado terrorista, además de la vulnerabilidad de los potenciales objetivos de ataque y su posible repercusión.
Las medidas del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista
Detectar y prevenir un ataque terrorista es imprescindible para transmitir calma a la sociedad y poder tener un seguimiento y evaluación permanente de las actividades de las distintas células y grupos extremistas. De esta manera, el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista plantea una serie de acciones conjuntas para evitar que se produzca un atentado, protegiendo principalmente instalaciones, redes, sistemas y equipos físicos y de tecnología de la información fundamentales para garantizar los servicios esenciales.
Al mismo tiempo, apunta a preservar los centros y organismos públicos, así como a las personas, bienes, servicios y otros intangibles que puedan ser atacados, afectando la vida humana, vulnerando derechos fundamentales o impidiendo el correcto funcionamiento de las instituciones.
La peligrosidad actual del Ciberterrorismo en relación con la comisión de posibles atentados contra infraestructuras críticas es de un nivel bajo, la amenaza terrorista es un fenómeno poliédrico y su contención es una tarea compleja, al haber sido el límite máximo alcanzado por las organizaciones terroristas actuales del Ciberespacio la financiación, propaganda y adoctrinamiento, no llegando a utilizar esta vía para atentar. Bien es sabido que la mejor manera de detener y luchar contra el Ciberterrorismo es el uso de la Ciberinteligencia, implantar medidas prospectivas, que se adelanten a los actos, configurando una prevención real.
En este ámbito, a través de los servicios de consultoría, asesoría e implantación tecnológica a organizaciones públicas y privadas de todos los sectores, la firma especializada Bidaidea se encarga de proporcionar toda la información, protección y prevención necesaria en el ámbito de Inteligencia, Ciberseguridad, CiberInteligencia y Seguridad integral.