La Comunidad de Madrid suma 30 casos confirmados por prueba PCR del viruela símica o viruela del mono y otros 40 siguen en estudio como sospechosos, según los datos facilitados este domingo por el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero.
Antes de asistir a la Graduación de los alumnos de Medicina, Enfermería y Genética de la Universidad CEU San Pablo en Boadilla del Monte, el máximo responsable de la Sanidad madrileña ha subrayado que se trabaja para tratar de localizar la cadena de transmisión.
Así, en la región se han contabilizado 70 casos que cumplirían los parámetros de este virus, de los cuales en 30 casos se ha confirmado de manera preliminar como viruela del mono por prueba PCR, mientras que los 40 restantes están a la espera de secuenciación.
Todos los afectados son varones que evolucionan favorablemente y se encuentran en aislamiento y los contagios según los primeros datos se produjeron por dos cadenas de transmisión, una de ellas relacionada con una sauna de la capital que ya ha sido clausurada.
En España, al menos seis Comunidades Autónomas registran posibles casos de ‘monkeypox’ y en la mayoría de ellos estarían relacionados con la práctica de relaciones sexuales entre hombres. «Ahora lo principal es la labor fundamental para localizar la trazabilidad de todos los casos y a partir de ahí conseguir los aislamientos y tratar de frenar la transmisión del virus. Ahora pues continuar y esperar a que esas pruebas lleguen cuanto antes y tratar de confirmar los que son contagiados y establecer los mecanismos de aislamiento necesario en estos casos», ha concretado Ruiz Escudero.
En este sentido, se estudia si los casos confirmados en la región viajaron a las Islas Canarias y pudieron contagiarse en fiestas privadas a las que también acudieron ciudadanos extranjeros de países como Reino Unido, donde han crecido los casos de viruela del mono en los últimos días.
«Es lo que se está buscando. Si existe vínculo entre los dos focos; hay que valorar las fechas de cuándo se produjo la fiesta en Canarias, que es de donde parece que parte y también en la zona madrileña. Ahora es el trabajo de vigilancia epidemiológica; se busca cuáles son los nexos, cuál es el contacto y sobre todo establecer la trazabilidad para permitir frenar ahora que es el momento de hacerlo, la transmisión del virus», ha destacado el consejero.
La Comunidad de Madrid detectó el primer caso de ‘monkeypox’ tras la alerta del Ministerio de Sanidad el pasado 17 de mayo, después de que Reino Unido lanzara el pasado 15 de mayo una alerta sanitaria a la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo al reglamento sanitario internacional, tras detectar los cuatro primeros casos en Europa. Desde entonces, se han registrado casos en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Bélgica, Australia y Portugal.
«Esa detección se produce en el momento que salta la alarma porque nadie puede pensar que una enfermedad erradicada puede haber un caso», ha explicado Escudero, que ha eludido relacionar estos casos con la práctica del ‘chemsex’ en fiestas privadas en las que se combina la relación sexual con utilización de drogas.
«Eso forma parte del trabajo de los profesionales sanitarios y hay que respetar lo que ellos vayan haciendo y sacarán las conclusiones que tengan que sacar», ha indicado. «Ahora es el momento más importante para cortar las cadenas de transmisión y tener un control», ha apostillado.
En este sentido, ha indicado que ahora el trabajo es proactivo por parte de la Dirección General de Salud Pública para localizar a los contactos y proceder a su aislamiento domiciliario.
El virus suele causar síntomas similares a los de la viruela, pero más leves, aunque algunos casos pueden ser graves. El Ministerio de Sanidad ha publicado el protocolo para la detección precoz y manejo de los casos ante la alerta de la viruela donde se establece, entre las medidas de control, el aislamiento y la vigilancia médica para todos los casos sospechosos o confirmados causados por este virus.
Así, para los casos no hospitalizados se debe mantener al enfermo «en una habitación o área separada de otros convivientes hasta que todas las lesiones hayan desaparecido, especialmente si las personas presentan lesiones extensas o con secreciones o síntomas respiratorios», además de evitar el contacto físico y las relaciones sexuales. Además, recomienda que las lesiones estén cubiertas.
Al hilo, Sanidad ha concluido el uso de mascarilla quirúrgica «especialmente en aquellos que presenten síntomas respiratorios». «Si esto no es factible –por ejemplo, un niño infectado–, se recomienda que el resto de convivientes lleve mascarilla», ha aclarado.
Tampoco se podrá abandonar el domicilio, excepto para atención médica, y los convivientes deben evitar en lo posible el contacto con el caso y limitar las visitas a las imprescindibles. El Ministerio ha exigido también una «adecuada higiene de manos después del contacto con personas infectadas» –lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol– y evitar el contacto con animales silvestres o domésticos, por lo cual las mascotas deben ser excluidas del entorno del paciente.
Respecto a los casos que requieren ingreso hospitalario, el enfermo deberá estar «en habitaciones con presión negativa» o, al contrario, «en una habitación individual con baño incluido», y se debe mantener el aislamiento hasta que todas las lesiones hayan desaparecido».
El personal sanitario que atienda los casos o las personas que vayan a la habitación entrarán al aislamiento con el Equipo de Protección Individual (EPI) adecuado para precauciones de transmisión de contacto y aérea, además de utilizar mascarilla FFP2.
CASOS ESTRECHOS
El Ministerio ha explicado que ante cualquier caso sospechoso «se iniciará la búsqueda e identificación de posibles contactos estrechos tanto entre el personal sanitario como entre convivientes, laborales o sociales, especialmente los contactos sexuales». «No se iniciará el seguimiento hasta la confirmación del caso», ha aclarado.
Estos contactos estrechos, según Sanidad, serán «aquellas personas que hayan estado en contacto con un caso confirmado desde el comienzo del periodo de transmisibilidad, que se considera desde elmomento de aparición de los primeros síntomas, que habitualmente precede entre uno y cinco días a la aparición del exantema. Así, se hará «especial hincapié en recabar información sobre las personas que haya podido mantener relaciones sexuales en contextos de riesgo con el caso».
Sin embargo, no realizarán cuarentena, aunque «deben extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla» y tampoco podrán mantener contactos sexuales durante el periodo de seguimiento.
«Si alguno de los contactos presenta fiebre o cualquier otro síntoma compatible con la clínica de la enfermedad, deberán hacer autoaislamiento domiciliario inmediato, y contactar de forma urgente con el responsable del seguimiento que le indicará las actuaciones a seguir», ha explicado el Ministerio.