La covid-19 eleva un 60% el riesgo de problemas de salud mental hasta un año después

Alvaro San Román

La pandemia de la covid-19 está asociada a un mayor riesgo de trastornos de salud mental -como ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, trastornos por consumo de opiáceos, alcohol o drogas, y alteraciones del sueño-, puesto que las personas infectadas tienen un 60% más probabilidades de sufrir esos problemas hasta un año después del contagio que las que no han caído enfermas.

Ésta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y del Sistema de Atención Médica de Asuntos de Veteranos en San Luis (Estados Unidos), y publicado este jueves en la revista ‘The BMJ’. Ese hallazgo sugiere que abordar los trastornos de salud mental entre las personas supervivientes de covid-19 debería ser una prioridad.

Algunos estudios han sugerido que las personas con covid-19 podrían tener un mayor riesgo de ansiedad y depresión, pero sólo incluyeron una pequeña selección de resultados de salud mental y realizaron un seguimiento de los pacientes durante un máximo de seis meses.

El nuevo trabajo se fundamenta en datos de nacionales de atención médica de Estados Unidos para calcular los riesgos de salud mental en personas que sobrevivieron al menos 30 días después de dar positivo en una prueba PCR entre marzo de 2020 y enero de 2021.

Los autores analizaron datos de 153.848 personas y los compararon con dos grupos de control sin covid-19: 5.637.840 controles contemporáneos y 5.859.251 controles históricos anteriores a la pandemia. Las personas examinadas eran en su mayoría hombres blancos con una edad media de 63 años.

El grupo de covid-19 se dividió en los que ingresaron o no en el hospital durante la fase aguda de la infección y se recopiló información sobre factores potencialmente influyentes, como la edad, la raza, el sexo, el estilo de vida y el historial médico.

Luego, los investigadores siguieron a los tres grupos durante un año para calcular los riesgos de un conjunto de resultados de salud mental preespecificados, que incluyen trastornos de ansiedad, depresión y estrés, así como trastornos por uso de sustancias, deterioro neurocognitivo y alteraciones del sueño.

RESULTADOS

En comparación con el grupo de control no infectado, las personas con covid-19 mostraron un riesgo un 60% mayor de cualquier diagnóstico o prescripción de salud mental hasta un año después.

«Para poner esto en perspectiva, es probable que las infecciones por covid-19 hayan contribuido a más de 14,8 millones de casos nuevos de trastornos de salud mental en todo el mundo», según Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington, que añade: «Nuestros cálculos no tienen en cuenta la cantidad incalculable de personas, probablemente millones, que sufren en silencio debido al estigma de la salud mental o la falta de recursos o apoyo. Además, esperamos que el problema crezca porque los casos parecen aumentar con el tiempo. Francamente, el alcance de esta crisis de salud mental es discordante, aterrador y triste».

En comparación con los de los grupos de control sin ninguna infección, las personas que contrajeron la covid-19 tenían un 35% más probabilidades de sufrir trastornos de ansiedad y casi un 40% más de experimentar depresión o trastornos relacionados con el estrés que pueden afectar el comportamiento y las emociones. Esto coincidió con un aumento del 55% en el uso de antidepresivos y un crecimiento del 65% en el de benzodiazepinas para tratar la ansiedad.

De manera similar, las personas que se habían recuperado de la covid-19 tenían un 41% más de probabilidades de tener trastornos del sueño y un 80% más de probabilidades de experimentar un deterioro neurocognitivo (olvido, confusión, falta de concentración y otros impedimentos comúnmente conocidos como niebla mental).

Más preocupante, en comparación con las personas sin covid-19, es que las infectadas con el virus tenían un 34% más de probabilidades de desarrollar trastornos por consumo de opioides y un 20% más de desarrollar trastornos por consumo de sustancias no opioides que involucran alcohol o drogas ilegales, así como un 46% más de tener pensamientos suicidas.

«Las personas deben saber que si han tenido covid-19 y tienen problemas mentales, no están solas y deben buscar ayuda de inmediato y sin vergüenza”, subraya Al-Aly, que agrega: “Es fundamental que reconozcamos esto ahora, lo diagnostiquemos y lo abordemos antes de que la crisis de los opioides crezca y comencemos a perder más personas por suicidio. Debe haber un mayor reconocimiento de estos problemas por parte de los gobiernos, los proveedores de seguros de salud públicos y privados, y los sistemas de salud para garantizar que ofrecemos a las personas un acceso equitativo a los recursos para el diagnóstico y el tratamiento».

Para comprender mejor si el mayor riesgo de trastornos de salud mental es específico del virus SARS-CoV-2, los investigadores también compararon a los pacientes con covid-19 con 72.207 pacientes con gripe -entre ellos, 11.924 que fueron hospitalizados- desde octubre de 2017 hasta febrero de 2020. El riesgo fue significativamente mayor entre quienes tenían infecciones leves y graves de covid-19, con un 27% y un 45%, respectivamente. “Espero que esto disipe la noción de que la covid-19 es como la gripe. Es mucho más serio”, sentencia Al-Aly.

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