La falta de semiconductores está provocando una crisis que ha obligado a parar la producción en varias fábricas españolas y ha disparado los plazos de entrega de algunos modelos y marcas hasta 10 y 11 meses, según Idoneo.com.
Se espera que la producción de estos semiconductores crezca más de un 10% en 2022, lo que extenderá esta situación como mínimo hasta mediados del próximo año.
En concreto, los semiconductores se importan en su mayor parte desde Taiwan, provenientes de la empresa TSMC, que controla el 60% de la producción global y la práctica totalidad del mercado de microchips avanzados.
«Esto ha afectado del mismo modo a la exportación de vehículos», con un descenso del 16,1%, explica Eduardo Clavijo, CEO de Idoneo.com. «También se han visto impactados los vehículos industriales, cuyas cifras han descendido tanto en producción (-18,4%) como en exportación (-5,1%)», añade.
Por un lado, la pandemia frenó la producción de automóviles, a la vez que aumentó la demanda de estos componentes en otros productos tecnológicos. En ese momento, asegura Clavijo, empresas como TSMC pudieron afrontar las necesidades del mercado, porque la nueva oferta se «compensaba» con la falta de producción en otras áreas.
Sin embargo, una vez que se han recuperado niveles de producción «normales», Clavijo explica que la demanda de microchips ha aumentado de forma «notable» y que no se debe aplazar la decisión de comprar un coche, porque «dentro de tres o cuatro meses existirán los mismos plazos de entrega que en la actualidad».
Clavijo señala que «se están ofreciendo unos precios más atractivos» para compensar la falta de nuevos vehículos y evitar que se desplace la demanda. Además, «con la bajada del impuesto de matriculación los vehículos tienen grandes descuentos, por lo que la cuota mensual es ahora más baja y se puede acceder a vehículos de más alta gama», añade.