Algunos de los retos a los que se enfrenta la nueva economía digital en España son la escasa presencia de mujeres en el sector y las oportunidades de formación en este ámbito, según un informe elaborado por Eurofirms Group sobre el talento digital y tecnológico.
El estudio ‘El mercado laboral de la nueva economía digital. Las claves para la atracción y gestión del talento digital’, basado en 1.200 encuestas, así como en entrevistas y testimonios de especialistas y organizaciones del sector, constata la creciente presencia de los entornos digitales en el mundo laboral.
Así, el 83,3% de los participantes afirma tener algún tipo de experiencia profesional en la nueva economía digital o sector tecnológico. Eurofirms Group, empresa española dedicada a la gestión del talento, ha recordado que el impacto de la economía digital en el PIB de España es del 22% y la previsión del Gobierno es que a finales de 2025 llegue al 40%.
En relación con las mujeres, el informe indica que, para el 60% de los profesionales, la inclusión de la mujer en el sector es una cuestión crítica o muy importante que hay que abordar.
Los principales motivos de la escasez de mujeres son, según los encuestados, los estereotipos del pasado basados en la poca afinidad de las mujeres por las profesiones técnicas o de ciencia (37,8%), la falta de referentes femeninos en el sector (32,4%), la cultura sexista de las empresas con oportunidades a favor de los hombres (28,6%) y los entornos con difícil conciliación familiar (26,1%).
Al analizar las respuestas según el género de los encuestados, hay diferencias notables en el peso que hombres y mujeres atribuyen a motivos como la cultura de las empresas –lo mencionan un 23,7% entre los hombres frente a un 34,1% de las mujeres–; la falta de oportunidades –las mujeres (34,5%) lo señalan más que los hombres (26,7%)– y un menor número de mujeres en la cantera de jóvenes –27,7% entre los hombres frente a un 21,5% entre las mujeres–.
Asimismo, el estudio precisa que la presencia de hombres es mayoritaria en las multinacionales tecnológicas –un 24% frente a un 17%–, mientras que las mujeres destacan en consultoría –un 17% frente a un 10%–.
EL SISTEMA EDUCATIVO TRADICIONAL NO SATISFACE LAS DEMANDAS
Otros aspectos que señala el documento es que el 67,8% de los profesionales del sector trabaja por cuenta ajena y que entre los que tienen experiencia la tasa de desempleo es del 5,1%. Además, el 68,8% cuenta con estudios superiores: el 15,1%, con doctorado o máster y el 53,7%, con título universitario.
En cuanto a la formación, los resultados muestran que solo el 33,1% ha accedido al sector a través de formación reglada o universitaria, un 20,4% ha evolucionado desde otras áreas de conocimiento*y un 16,4% está en el sector por sus propios métodos de aprendizaje. Según Raúl Sánchez, country leader Spain de Eurofirms Group, «es evidente que, hoy por hoy, el sistema educativo tradicional no satisface las demandas del sector».
Sánchez ha comentado que, si bien los encuestados españoles que han optado por el autoaprendizaje suman un 16%, en Estados Unidos el porcentaje de desarrolladores que se han formado de manera autodidacta sube hasta el 70%.
Ante esta situación, «las empresas pueden optar por programas específicos de formación IT, que suponen ahora mismo un 8% de los profesionales con experiencia según nuestro estudio», mientras que «otro tipo de formación, como formaciones no regladas y ‘bootcamps’, suman un 8,7%», ha añadido.
PROFESIONALES JÓVENES
Respecto a la experiencia laboral de los perfiles IT (tecnología de la información), sólo un 32,4% de los encuestados cuenta con más de diez años de*trayectoria laboral en el sector, un 45% tiene una experiencia de máximo cinco años y un 22,4% de los*profesionales se ha dedicado a ello durante menos de tres años.
Alrededor de un 64% ha trabajado en entre dos y siete empresas en un puesto vinculado con la tecnología, por lo que se observa una alta rotación laboral de los profesionales dentro del ámbito.
Igualmente, Sánchez ha resaltado la juventud de los profesionales de la nueva economía digital, «mayoritariamente compuesta por las generaciones Y y Z». Concretamente, el 81,75% tienen entre 18 y 44 años. «Estas dos generaciones comparten conductas e inclinaciones», ya que «los ‘millennials’ han vivido una gran parte de su vida en entornos digitales y los ‘centennials’ son nativos digitales», ha afirmado.
La fidelización de los trabajadores también se presenta como un desafío para el sector, según el estudio, que revela que el equilibrio entre la vida profesional y personal es muy importante para ellos.
En este sentido, un 33,6% de los encuestados afirma que el teletrabajo es lo más atractivo del sector; seguido de la flexibilidad laboral, con un 33,2%; y el salario, que se sitúa en tercer lugar con un porcentaje del 30,5%.
Otro dato incluido en el informe es que el 53,1% de los encuestados con experiencia trabaja en una empresa con ADN tecnológico, lo que supone que cerca de un 40% son compañías no dedicadas exclusivamente a la tecnología.
Los ámbitos empresariales relacionados con el comercio electrónico, la tecnología o las telecomunicaciones, el comercio, los servicios, los medios de comunicación e internet son los sectores con mayor volumen de candidatos con experiencia.
EL SALARIO MÁS COMÚN, ENTRE 20.000 Y 30.000 EUROS
Por último, entre los encuestados existe la impresión general de que el sector vive una inflación salarial y que las empresas están en una batalla por conseguir este talento tan codiciado. El 45% de los profesionales coincide en que existe esa sobrevaloración salarial, el 7% piensa que solo existe en ciertos puestos y un 12% cree que la situación es normal desde una perspectiva laboral.
Los resultados del sondeo muestran que el 32,3% de los profesionales con experiencia tiene un salario de entre 20.000 y 30.000 euros anuales, el 24% dice tener un salario inferior a los 20.000 euros, el 21% supera los 40.000 euros y el 19,8% está entre los 30.000 y los 40.000 euros.
Al desglosar los datos por género, se aprecia que las mujeres tienen un salario inferior al de los hombres. Un 29% de las participantes dice recibir un salario inferior a los 20.000 euros, lo que representa cinco puntos porcentuales más que los hombres (24%), y la distancia entre ambos grupos también existe entre los salarios altos (15,6% frente a 25,6%).
