‘La Fuente de los cuatro ríos’, de Gian Lorenzo Bernini, se exhibe desde este jueves renovada en la Sala de Austrias de la Galería de las Colecciones Reales, gracias a la reciente incorporación de la figura del Ganges, una pequeña pieza desaparecida durante décadas, según ha informado Patrimonio Nacional.
«Es una muestra excepcional del trabajo de Bernini, que vemos en la potencia anatómica de la figura, su elegante movimiento y la extraordinaria expresividad del rostro. Iconográficamente, el Ganges portaba un remo que simbolizaba la navegabilidad del río, del cual solo se ha conservado la parte superior», ha explicado la conservadora responsable de la colección de Escultura de Patrimonio Nacional, Virginia Albarrán.
La institución cultural ha detallado que el equipo de Restauración encargado de la reintegración del Ganges ha conseguido «encajar a la perfección» la figura en la base de la fuente. Previamente, y aunque la pieza estaba en buen estado de conservación, realizaron una limpieza superficial y retiraron algunos añadidos modernos, como una base de madera que distorsionaba su diseño original.
«Esta figura encaja perfectamente en su asentamiento dentro de la fuente y la hemos colocado de manera definitiva», ha asegurado Isabel Delgado, restauradora del Taller de Metales de Patrimonio Nacional. Para unir el Ganges a la base de la fuente, los restauradores han ideado un «complejo» mecanismo con anclajes sobre las mismas pletinas originales con las que Bernini ensambló, en el siglo XVII, las diversas figuras que componen su obra maestra. Al contemplar la fuente con el Ganges, Delgado reconoce: «Llevo treinta años viendo esta obra y ha sido al colocar esta figura cuando le encuentro el sentido y entiendo lo que quería transmitir Bernini con ella».
La escultura fue localizada en 2021 dentro de un lote que iba a salir a subasta erróneamente identificada: estaba catalogada con el nombre de Vulcano y se atribuía a la escuela florentina. Los expertos de Patrimonio Nacional, que siguen habitualmente las piezas que salen a subasta, detectaron el error. «El riguroso proceso de análisis e investigación documental llevado a cabo a continuación por los restauradores y conservadores de la institución validó la autenticidad de la pieza y también su pertenencia a las Colecciones Reales, motivando así el fallo favorable de la sentencia Bernini», ha destacado Patrimonio Nacional.
La primera mención de esta obra data de 1668, cuando Cosme de Médici, durante un viaje a España, la describe como pieza del despacho de Felipe IV, en la Galería del Cierzo del antiguo Alcázar de Madrid. Se sabe que el incendio de 1734 afectó la escultura, aunque se desconoce el alcance exacto de los daños. Después, los inventarios recogen que estuvo en Aranjuez y en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid. En algún momento comprendido entre finales del siglo XIX y mediados del XX desaparecieron sus figuras alegóricas. La recuperación del Ganges quizás siente precedente para localizar el Nilo, el Danubio y el Río de la Plata, esculturas que también desaparecieron del conjunto original, según ha señalado.