Natividad R.P., la exmujer de César Román, ha descrito en el juicio el perfil violento, celoso, manipulador y controlador del ‘rey del Cachopo’, quien en uno de los episodios de violencia le tiró en la calle una bombona de butano encima y en otro lanzó a su sobrina desde un taxi en marcha.
«Me controlaba. Aparecía donde estaba, en todos los sitios. Era control. Tuve muchísimos episodios de malos tratos con César», ha manifestado la mujer, quien ha roto a llorar en varios momentos. «Era agresivo, impulsivo, manipulador y muy celoso. Maltrató a mi sobrina y a mi hermana», ha dicho.
Román fue condenado a nueve meses de prisión por un delito de vejaciones a Natividad y por saltarse la orden de alejamiento, que sigue activa. A su exmujer la condenaron por falso testimonio en un juicio contra Román por una pelea en un bar y en el que mintió a instancias del empresario.
Al inicio de la cuarta sesión, el empresario se ha disculpado ante el tribunal por los gestos que realizó durante la declaración de la madre de la joven hondureña en la que se le vio reír en varios momentos pese al dolor mostrado por la testigo. «Gesticulé y esos gestos han sido tomados como ofensivos pero no era mi intención ni faltar a respeto. Eran gestos de indignación y pido sinceramente disculpas», ha asegurado.
La madre de la chica relató que siempre sospechó de que su hija sufría malos tratos y se lamentó por no haber podido hacer nada para evitar su muerte. Lloró desconsoladamente, pero César no se mostró afectado.
En su comparecencia, la exmujer del acusado ha relatado diversas situaciones de violencia que vivió con su exmarido afirmando que la maltrató a ella, a su hermana, a su sobrina y a su hija mayor.
«Uno de los episodios más gordos se produjo en la calle tras una discusión por una de mis hijas. La niña quería dormir conmigo. Se enfadó mucho. Se puso a gritar. Me tiró una bombona de butano encima. Rompió el espejo retrovisor del coche», ha narrado llorando.
Natividad ha señalado que le intentó denunciar después de que el colegio de su hija mayor le comentara que la niña escribía que tenía miedo de César y que denunciara. Acudió a comisaría, pero le dijeron que sin pruebas era mejor no denunciar porque podía ir a por ella.
Otra de sus exparejas, Sara L.S., ha aseverado a preguntas del fiscal que el acusado «mató» a tres de sus perros y a otra perrita le dio «una paliza y le rompió la mandíbula», hechos ocurridos en el chalé en el que vivían en Cubas de la Sagra y que ha sido corroborado por otro de los testigos.
«Me dijo que menos mal que le había dado con la manguera a la perra para quitarle la sangre antes de que llegara la guardia civil», ha comentado. Tras exhibirle la maleta donde se halló el torso de la víctima, ha comentado que si no era esa, era muy parecida.
La testigo ha explicado que en verano de 2018 el acusado se hizo pasar por una mujer, una tal Elena Lorena, en Facebook para meterle la sospecha de que su marido le estaba siendo infiel con una mujer.
«Era una persona impulsiva, eufórico, actuaba por impulsos, al límite. Es la persona perfecta para hacer lo que quiera, con quien quiera, como quiere y dónde quiere. Mis amigos me decían que me dio burundanga», ha dicho.
A la pregunta de si tiene miedo, le ha replicado al abogado de la familia: «Me fui a vivir a 200 kilómetros de Madrid». Ha dicho que se fue «huyendo de César» porque tuvo «un sexto sentido» que le alertó de lo que le podía ocurrir.
La abogada del acusado, Ana Isabel Peña, ha intentado preguntar a la testigo si estuvo ingresada por problemas psiquiátricos, a lo que la magistrada presidenta le ha espetado que no le permitía realizar esa pregunta, dirigida a desacreditar el testimonio de la testigo.
En la sesión han declarado varios empleados del acusado, entre ellos uno de los encargados del mantenimiento de los restaurantes y las naves alquiladas. Adrián I. ha relatado el episodio violento de César en el que maltrató cruelmente al perro de Sara con una barra de hierro.