La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido el ingreso en prisión de Ana María Cameno, conocida como ‘La Reina de la Coca’, para cumplir la condena a 16 años de cárcel por haber liderado una red de narcotráfico que en 2014 vendió más de 100 kilos de cocaína por unos 15 millones de euros que fueron blanqueados a través de transferencias a Panamá.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que en la vista celebrada este mismo miércoles en la Audiencia Nacional el fiscal antidroga Ignacio de Lucas también ha solicitado que entren en la cárcel los otros 11 condenados en la sentencia dictada el pasado 21 de septiembre.
En ese fallo, los magistrados de la Sección Segunda condenaron a Cameno a 12 años y un día de prisión por un delito contra la salud pública y otros cuatro años por un delito de blanqueo de capitales, aunque le absuelve del de tenencia ilícita de armas. Su condena era inferior a la solicitada por la Fiscalía, que pidió 25 años de cárcel.
A lo largo de 97 folios, el tribunal pone el foco en cómo Cameno, que ya había sido encausada en distintas operaciones de narcotráfico, se dedicó a pesar de estar en libertad vigilada a la «distribución y venta a terceros de importantes cantidades de cocaína».
ALTO NIVEL DE VIDA
En el desarrollo de esa actividad «mantenía contactos regulares con suministradores y con encargados del transporte de la sustancia» y, «junto con la que era su pareja sentimental en aquel momento, se ocupaba de los pagos correspondientes a las ventas de esta sustancia, así como de los contactos con la red encargada de darle soporte técnico, jurídico y financiero».
En su sentencia, la AN acredita que para blanquear las ganancias del narcotráfico, Cameno y su pareja encargaron a Marco Antonio Gómez como «persona de confianza» contactar con David García, que «disponía» y les facilitó un «entramado financiero y societario destinado a facilitar la ocultación de fondos y actividades».
Los magistrados destacan en el fallo que ni Cameno ni su pareja «desarrollaban ninguna actividad laboral ni mercantil o empresarial lícita que les produjera rendimientos económicos». «Sin embargo, sin disponer de medios de vida regulares conocidos, llevaban un nivel de vida que requería de un muy elevado nivel de ingresos económicos para sostenerlo», señalan.
Así, ambos «disponían de varias casas lujosas arrendadas, vehículos de alta gama y otros muchos gastos suntuarios». «Estas consideraciones se efectúan exclusivamente para poner de manifiesto, que los únicos ingresos económicos conocidos de los referidos eran los que pueden deducirse de su dedicación en exclusiva al tráfico de drogas, a través de la estructura que tenían organizada al efecto», concluye la sentencia.
EL RESTO DE CONDENADOS
Del resto de acusados de integrar la organización encabezada por Cameno, el tribunal impuso la pena más alta a Graziano Molón y Carmen Cano, un total de 9 años de cárcel y 15 millones de euros de multa a cada uno como autores de un delito contra la salud pública.
También a 9 años fue castigado Miguel Ángel López, pero a una multa inferior de 3 millones. Lo considera responsable del mismo delito, que también aplica en la sentencia a Rubén Isaac Blanco (8 años y 5 millones de multa), José Tomás Moya (7 años y 200.000 euros), Guillermo Velasco (4 años y medio, más 150.000 euros).
Respecto al blanqueo de capitales, la Audiencia lo atribuye a David García, condenado a 5 años de cárcel y a 1,2 millones de multa, misma cantidad que fija –aunque rebajando a 4 los años entre rejas— para Marco Antonio Gómez, Guillermo Guadalix, Jesús Gil y José Miguel Artiles, a quien absuelve de apropiación indebida.