La Guardia Civil detuvo el pasado día 3 de marzo a un hombre de 61 años como presunto autor del homicidio de su hermana, la cual llevaba desaparecida diez años, en Olesa de Montserrat (Barcelona), tras descubrir los restos de la mujer, con signos de haber sufrido una muerte violenta, escondidos en el subsuelo de una caseta ubicada en el interior de la finca donde vivía el detenido.
La investigación se inició meses atrás, cuando la Guardia Civil obtuvo información sobre la posible desaparición forzosa de J.S., una mujer de 53 años, ocurrida hacía unos diez años. Las primeras indagaciones determinaron que no existía ninguna denuncia al respecto de esta desaparición y, posteriormente, tras un rastreo en diferentes puntos de España y países de su entorno, no se obtuvo señal alguna acerca de una posible actividad vital de esta mujer desde el año 2012.
Los investigadores encontraron un denominador común entre los familiares, que viven en distintas localidades de España, de la desaparecida: todos ellos habían perdido el contacto con ella mucho antes de su desaparición y desconocían por completo lo que podría haber sido de ella desde entonces. No obstante, uno de estos familiares, a tenor de la investigación, decidió formalizar ante la Guardia Civil la denuncia por la desaparición de J.S.
Los agentes averiguaron que sí había un familiar de la desaparecida que había mantenido una estrecha relación de manera ininterrumpida hasta que ya no se supo nada de ella: su hermano. Ambos convivieron en una finca de la localidad de Olesa de Montserrat hasta su desaparición, sin que a raíz de la misma su hermano la hubiese denunciado.
A partir de ahí los agentes centraron sus investigaciones en la posible responsabilidad de su hermano. Descartadas paulatinamente otras líneas de investigación como la de un cambio de identidad y de vida en otro lugar o que hubiese fallecido y su cadáver no hubiese sido identificado, la hipótesis final y sobre la que se centraron los investigadores fue la de una posible muerte violenta de la que supuestamente podría haber sido autor el hermano de la víctima.
En este escenario, también se determinó que los restos podrían encontrarse ocultos en algún lugar de la parcela, por lo que la mañana del pasado 3 de marzo se dio inicio al registro de la finca.
En primer lugar el Gedex de la Guardia Civil mediante la prospección en el terreno con un georradar descartó la posibilidad de un enterramiento. Tras desestimar esta posibilidad, el trabajo del Servicio Cinológico de la Guardia Civil con dos guías y sus canes, uno detector de restos biológicos humanos y otro especializado en la localización de restos cadavéricos, fue determinante al ‘marcar’ una zona cubierta de escombros en el interior de un cobertizo anexo a la vivienda.
Tras el desescombro de esa zona se observó una oquedad que descubrió un subsuelo inferior profundo y anegado por agua. Los agentes del Greim y del GEAS descubrieron en su interior los primeros restos óseos humanos. A partir de ese momento, el personal de los laboratorios de Criminalística de la Guardia Civil inició la Inspección Técnico Ocular, básica para la obtención de restos biológicos y realización del exhaustivo estudio de la escena del crimen.
Las pruebas científicas de obtención y cotejo de ADN, llevadas a cabo en el laboratorio de criminalística de la Dirección General de la Guardia Civil, confirmaron que los restos óseos se correspondían con la mujer desaparecida.
Los investigadores procedieron a la detención del morador de la finca, como presunto autor de un delito de homicidio con agravante de parentesco, pasando a disposición judicial el día 6 de marzo y siendo ordenado por el Juez su ingreso en prisión provisional.
En esta investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Martorell (Barcelona), han participado agentes del Área de Delitos Contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Barcelona, la Unidad de Seguridad Ciudadana de Barcelona, el Grupo Especial de Intervención en Montaña de Lleida, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de Barcelona y el Servicio de Criminalística de Barcelona y Tarragona.