La Guardia Civil señala a 9 ex jefes de ETA como responsables de dar las «órdenes oportunas» para matar al juez Querol

Redacción

La Guardia Civil ha emitido un informe donde identifica a nueve ex jefes de ETA –Ignacio Gracia, alias ‘Iñaki de Rentería’; Mikel Albisu, ‘Mikel Antza’; Javier García Gaztelu, ‘Txapote’; Juan Antonio Olarra, ‘Jon’; Asier Oyarzabal, ‘Baltza’; Vicente Goicoechea, ‘Willy’; Ramón Sagarzazu, ‘Ramuntxo’; María Soledad Iparraguire, ‘Anboto’; y Ainhoa Múgica, ‘Olga’– como miembros de la cúpula terrorista que dio las «órdenes oportunas» para matar al juez Francisco Querol y a otras dos personas el 30 de octubre del año 2000 en Madrid.

En este informe del 18 de noviembre, al que ha tenido acceso Europa Press, la Benemérita da cuenta al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5, Santiago Pedraz, de la composición del comité ejecutivo de ETA o zuba cuando tuvo lugar el atentado.

A lo largo de 307 páginas, el Instituto Armado sitúa a estos nueve ex jefes de ETA como miembros de su «máximo órgano de dirección» en esa época que «habrían participado en el diseño, dirección, seguimiento, facilitación de medios e impartición de las órdenes oportunas para la materialización de la acción terrorista».

Un atentado que la Guardia Civil enmarca en la nueva estrategia acordada en 1997 «de forma colegiada» por la dirección etarra de iniciar una serie de atentados contra jueces, magistrados y fiscales, tras la caída en 1992 de la cúpula de ETA en Bidart (Francia).

En el caso de ‘Iñaki de Rentería’, los investigadores no tienen duda de que, desde el golpe de Bidart, empezó a «ejercer funciones de responsabilidad relacionadas tanto con el aparato militar de ETA como con su aparato logístico, labores que continuó ejerciendo hasta el momento de su detención en septiembre de 2000, apenas un mes antes del atentado».

Sobre ‘Baltza’, la Benemérita cuenta que pasó de ser «lugarteniente» de ‘Anboto’ e ‘Iñaki de Rentería’, teniendo «responsabilidad directa sobre algunos comandos ‘legales'», a los que dirigía, armaba y daba «cursillos», a sustituir a éste último al frente del aparato logístico cuando fue capturado. Oyarzabal no fue detenido hasta el 23 de septiembre de 2001.

De ‘Willy’, arrestado el 5 de octubre de 2001, afirma que ya en 1994 «se encuadra dentro del organigrama de ETA, ejerciendo inicialmente como responsable de su aparato de falsificación, para tiempo después, pasar a ejercer labores de responsabilidad en el seno del aparato político bajo las órdenes de ‘Mikel Antza'».

La Guardia Civil dice de ‘Anboto’ que a partir de 1994 y hasta 1998, cuando fue reemplazada por ‘Txapote’, «pasó a desempeñar la máxima responsabilidad al frente de los comandos ‘legales'». Después se habría ocupado de «la contabilidad» de ETA, incluido el «dinero procedente de la extorsión», y de la gestión de algunos zulos. Finalmente, fue detenida el 3 de octubre de 2004 junto a ‘Mikel Antza’.

El informe explica sobre este último que, «como consecuencia de las continuas operaciones policiales llevadas a cabo contra las estructuras directivas de ETA», ‘Mikel Antza’ «fue adquiriendo mayores responsabilidades en la organización terrorista hasta ejercer la máxima dirección del aparato político de la misma, y, por ende, formar parte de su comité ejecutivo a partir de mediados de 1994».

Respecto a ‘Txapote’, el Instituto Armado asevera que «desde la detención del anterior responsable del aparato militar, José Javier Arizcuren (‘Kantauri’), el 9 de marzo de 1999 hasta la fecha de su propia detención, el 22 de febrero de 2001, es decir, durante tres años, fue miembro del comité ejecutivo» como jefe de dicho aparato.

Tras la captura de ‘Txapote’, los investigadores perfilan a’Jon’ como el nuevo «máximo responsable del aparato militar de ETA, junto a su compañera sentimental, Ainhoa Múgica, siendo las personas encargadas de transmitir a los comandos de acción establecidos en España las órdenes para cometer acciones terroristas».

Por último, de ‘Ramuntxo’ relata que «en 1994, tras descubrirse su integración en la organización terrorista, huye a Francia, integrándose en los denominados ‘taldes de reserva’, trasladándose con posterioridad a Venezuela» y llegando a dirigir el «aparato internacional de ETA» hasta su detención en 2005.

«CONTRASEÑA: ‘LE MONDE’ Y UN PAQUETE DE MALBORO'»

Para configurar esta zuba, la Guardia Civil se basa en distintos indicios que van desde el reconocimiento fotgráfico y las declaraciones policiales realizados por otros militantes de ETA, para identificar a sus otrora jefes, hasta la documentación incautada en distintos operativos en España y Francia.

Por ejemplo, destaca una carta manuscrita por ‘Iñaki de Rentería’ en 1993 para concretar una «cita orgánica» entre dos miembros de ETA. Firmada por ‘Gorosti’, otro de sus alias, indica el día y la hora de un encuentro en Toulouse detallando que la «contraseña» será llevar ‘Le Monde Diplomatique’ y «un paquete de Malboro».

Además, refiere que algunas de sus cartas iban firmadas con la palabra ‘erakundea’, que significa «la organización», de lo cual «puede inferirse» que ‘Iñaki de Rentería’ «se encontraba desempeñando labores directivas dentro de ETA».

El Instituto Armado también llama la atención sobre «un blog de notas de la marca Carrefour que contiene anotaciones manuscritas con nombres y cantidades», una especie de «resumen-balance de cuentas referido a ciertos alias de militantes del aparato logístico» que llevaba ‘Baltza’.

Asimismo, alude a las «zubatto», las actas de reunión de la zuba, diferenciando entre éstas y «los documentos que recogen sus conclusiones» porque, «mientras las primeras son de carácter más restringido y de mayor amplitud y claridad, puesto que solo pueden disponer de ellas los miembros de la dirección, los segundos tienen un carácter más público», ya que «se difunden periódicamente a los distintos aparatos de la banda terrorista».

Entre las declaraciones realizadas por etarras tras su detención, figura una del 3 de enero de 2000 donde se expone que ‘Txapote’ había ordenado que, cuando iniciasen las ‘ekintzas’, éstas deberían dirigirse de forma especial contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» y políticos del PP y el PSOE vascos.

«Que asimismo les indicó que serían objetivos preferenciales de las acciones terroristas, jueces, magistrados y abogados considerados enemigos del ‘proceso de construcción nacional para Euskal Herria’, así como empresarios» con «vinculaciones políticas» y que no pagaran el «impuesto revolucionario», manifestó.

«FLUJO DE COMUNICACIÓN»

La Benemérita también da cuenta a Pedraz del «flujo de comunicación» entre el ‘Comando Buruahuste’, responsable material de este crimen, y los ex jefes de ETA mencionados, sobre todo ‘Jon’, ‘Txapote’ y ‘Ainhoa’ como responsables directos del mismo.

«El comando dependía directamente de la dirección de ETA en Francia, cuyos miembros le impartían las directrices a seguir en cada momento coyuntural, le marcaban los potenciales objetivos, le facilitaban informaciones sobre los mismos, y le proporcionaban las armas y el material», afirma la Guardia Civil.

Aunque el informe precisa que esos tres dirigentes etarras llegaron a reunirse con el comando en un piso franco en Francia, alude a otras dos formas de comunicación. La «más habitual», mediante militantes de ETA que hacían de «enlace» y entregaban información y, a veces, material. Y, una «más novedosa», a través de ‘emails’ enviados desde «establecimientos públicos».

En concreto, sostiene que días antes del asesinato del magistrado del TS, a través de un ‘enlace’, los integrantes del comando recibieron la orden de trasladarse a Francia, (…) donde habrían recibido la visita de sus responsables» para ‘comentar los diversos acontecimientos de su campaña en Madrid’, siendo altamente probable que uno de los temas a tratar fuera el atentado contra Querol».

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