Este sábado 24 de febrero se cumplen dos años del inicio de la guerra de Ucrania. Desde entonces, diferentes entidades sociales españolas, como Accem o Fundación Madrina, han brindado apoyo a las personas que han huido del conflicto y de sus hogares. Este es el caso de Marina, una joven procedente de Poldova (Ucrania), o el de Olena, que huyó de una población a 150 kilómetros de Kiev (Ucrania).
En una entrevista a Europa Press, Marina (39 años) explica que actualmente vive en Valladolid con su hijo de tres. Cuenta que llegó a España el 15 de marzo del 2022 y que, aunque desea volver a Ucrania para ver a sus seres queridos, piensa quedarse en España unos años. «Aquí puedo vivir con alegría y más tranquila, sin alarmas ni bombas», ha señalado, para añadir que «tiene todo lo que necesita».
En este sentido, cuenta que su madre y su hermano siguen en el país y que está «preocupada» por ellos porque «allí cada día suenan las alarmas». «Es muy difícil estar aquí y saber que en algún momento puede pasar algo horrible», asegura.
También precisa que a su llegada a España no conocía «ninguna palabra» del idioma y que tampoco sabía dónde estaba, pero que desde Accem le ayudaron «con todo». «Espero que todo termine muy pronto porque ha muerto mucha gente, muchos niños han muerto por nada. Es muy duro», concluye.
Por su parte, Olena (40 años) expone que llegó a España el 22 de marzo de 2022 y que pasó «muchos nervios» los primeros días del conflicto. «Veo lo que ha pasado y no lo puedo creer. Ninguna persona pensaba que podría haber una guerra con Rusia», asegura para añadir que, aunque tiene familia y amigos en Ucrania, no sabe si volverá a su país porque en España tiene trabajo y es «fundamental».
«EMPEZAR LA VIDA DESDE CERO ES MUY DIFÍCIL»
Además, recalca que Fundación Madrina le ha ayudado en todo su proceso de adaptación en España. «Su ayuda ha sido fundamental. Empezar la vida desde cero es muy difícil», recuerda.
En el caso de la ONG Accem, ha atendido en el 2023 a más de 9.500 afectados por el conflicto de Ucrania, de los que 3.871 han sido hombres y 5.629 mujeres. Según precisan, el grupo de edad de desplazados más significativo el año pasado ha sido el de 35 a 64 años, con 3.818 personas atendidas, seguido por los jóvenes entre 18 y 34 años, con 2.554. Desde el comienzo de esta guerra, la entidad ha apoyado a 35.050 personas.
La ayuda ofrecida por la organización se enmarca dentro de un programa de varias etapas, diseñado para, como ha explicado a Europa Press el responsable adjunto de programas de Accem, Luis Manzano, facilitar la integración de los solicitantes de asilo y beneficiarios de protección temporal, como es el caso de los refugiados procedentes de Ucrania.
El programa incluye desde apoyo psicológico hasta formación prelaboral, pasando por atención médica y aprendizaje del idioma local, esenciales para una integración exitosa. «Se hace atención psicológica individual y también de carácter grupal, talleres que tienen que ver con hábitos de sueño y con cómo trabajar la ansiedad», ha comentado el responsable de Accem. En este sentido, ha destacado que la situación emocional de estas personas «es complicada por el miedo vivido, por el proceso migratorio y por el temor de la vida o de la integridad de las familias en el país».
Manzano también ha subrayado la importancia de la adaptación de las competencias profesionales de los refugiados a su nueva realidad en una etapa posterior del programa. «Trabajamos en reformular esas competencias para poder acceder a un empleo lo más digno posible», ha explicado.
Asimismo, ha indicado que el tiempo máximo de permanencia en el programa es de 24 meses, aunque las necesidades y circunstancias pueden variar entre los beneficiarios.
Por su parte, Fundación Madrina ha enviado en estos dos años de conflicto más de 50 toneladas de ayuda humanitaria, ha facilitado la evacuación y el reasentamiento de refugiados ucranianos en España, brindándoles alojamiento, alimentación, asistencia médica y apoyo psicológico y ha implementado programas específicos para la protección de mujeres y niños en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles refugio seguro, asistencia legal y apoyo psicosocial.
Asimismo, la organización ha acogido a más de 1.000 refugiados ucranianos en sus centros de acogida. «Seguiremos trabajando incansablemente para brindar ayuda humanitaria, protección y apoyo a las personas afectadas por este conflicto», ha asegurado el presidente de Fundación Madrina, Conrado Giménez.