El 13 de octubre Netflix estrenó El Vigilante, serie creada por Ryan Murphy y Ian Brennan. La producción está inspirada en un artículo de Reeves Wiedeman que, a su vez, está basado en hechos reales.
La ficción relata la historia de la familia Brannock, que se muda a un nuevo vecindario y son acosados por alguien que se hace llamar El Vigilante. Naomi Watts y Bobby Cannavale interpretan a la pareja Nora y Dean Brannock, basados en las víctimas reales Maria y Derek Broaddus. Por su parte, Mia Farrow interpreta a una vecina excéntrica acusada de aterrorizar a la familia.
El artículo de Reeves Wiedeman se publicó en 2018 y cuenta la historia real de Derek y Maria Broaddus, una pareja que en 2014 compró una casa en 657 Boulevard en el idílico suburbio de Westfield (Nueva Jersey). Esperaban que se convirtiera en la casa de sus sueños pero, cuando comenzaron la reforma de la propiedad, recibieron una carta inquietante.
El remitente de la carta se identificó como El Vigilante. «657 Boulevard ha sido el asunto de mi familia durante décadas y, a medida que se acerca su 110 cumpleaños, me han puesto a cargo de observar y esperar», rezaba el texto. «Mi abuelo vigilaba la casa en la década de 1920 y mi padre la vigilaba en la década de 1960. Ahora es mi momento. ¿Conocéis la historia de la casa? ¿Sabéis lo que hay dentro de los muros de 657 Boulevard? ¿Por qué estáis aquí?», añadía.
El Vigilante también hizo referencia a los hijos de la pareja y les pidió que llenaran la casa con «sangre joven». «Tenéis hijos. Los he visto. Hasta ahora creo que son tres los que he contado», se podía leer. Los Broaddus acudieron a la policía y se les aconsejó que no compartiesen el contenido de las cartas con sus vecinos, ya que la policía creía que lo más probable era que uno de ellos la hubiera enviado.
Cabe destacar que, aunque está basada en una historia real, los creadores han cambiado numerosos detalles. «Ha sido una experiencia muy diferente para nosotros porque solo éramos los actores y Ryan ha creado detalles muy diferentes. No sé si mi personaje existió en la vida de esas personas», confesó Farrow a Radio Times. «La serie cubrió el esquema básico, pero los detalles son de Ryan Murphy. No sé quién era la familia. No sé si alguna vez lo supe, pero lo siento por ellos. Ojalá no vean la serie», añadió.
Una investigación lleva a los Broaddus a sospechar que un vecino en particular, Michael Langford, era El Vigilante debido a la posición de su casa y su excéntrica familia. Sin embargo, finalmente fue descartado como sospechoso y los Broaddus contrataron a su propio detective privado para investigar el vecindario. Recibieron un total de tres cartas, y la segunda identificaba a sus hijos por su nombre y apodo, incluyendo detalles que, según la familia, solo podría saber alguien que hubiera estado dentro de la casa o muy cerca de ella.
Mientras continuaban su búsqueda, los Broaddus descubrieron que los dueños anteriores, los Wood, también habían recibido una carta justo antes de mudarse, pero no habían tenido problemas en los 23 años que habían vivido en la casa. Los Broaddus intentaron demandar a la familia Wood por no revelar que habían recibido una carta, pero el caso fue desestimado. Para entonces, sin embargo, la existencia de El Vigilante se había dado a conocer por todo el vecindario.
Surgieron muchas teorías, y en Reddit incluso se afirmó que El Vigilante vivía dentro de las paredes de la casa o que los Broaddus se habían enviado las cartas a sí mismos en un intento de recuperar las pérdidas económicas de la compra. Finalmente vendieron la casa en 2019.
A pesar de que se llevaron a cabo varias investigaciones tanto por parte de la policía como de exagentes del FBI contratados por los Broaduss, El Vigilante nunca fue encontrado y continúa sin ser identificado hasta la fecha. Netflix ha realizado algunos cambios en la espeluznante historia, incluido el cambio de los nombres y apellidos de los Broaduss. Además, en la serie solo tienen dos hijos y parecen ser mayores que los de los Broaduss cuando compraron la casa.