Madrid Platform, el ‘hub’ Internacional de Negocios entre Europa y América Latina, ha celebrado su I Foro Global Inteligencia Artificial, que destaca esta tecnología como disrupción y oportunidad en la empresa con casos concretos de éxito y aprendizaje.
Madrid Platform arranca con este I Foro Global su cuarto año de actividad diversificando formatos y ampliando sus actividades durante todo el año para reforzar su rol de conector y dinamizador de empresas e instituciones entre ambos continentes.
En esta ocasión, ha congregado en el Círculo de Bellas Artes (Madrid) a expertos en tecnología para abordar los retos y las oportunidades que presente la IA para las empresas y la sociedad, en un debate moderado por la fundadora Wildcom y Female Startup Leaders, la periodista de Innovación y Tecnología para Forbes, El Español y la revista Elle, Esther Molina.
«La inteligencia artificial está acelerando muchísimo todos los procesos en las organizaciones», ha afirmado Molina, añadiendo que en 2023 «el 91% de empresas ya había adoptado en sus procesos la IA», si bien se trata de un concepto que viene de mucho más atrás, como recordó el director ejecutivo de Singular Solving, Javier Recuendo.
Ahora tenemos más presente esta tecnología por la eclosión que ha supuesto la aparición de OpenIA y su ‘chatbot’ ChatGPT. La directora ejecutiva y fundadora de Founderz, fundadora de IdeaFoster e InBrain, y creadora del robot educativo Zeve, Anna Cejudo, ha señalado una expansión masiva e intergeneracional de la IA, porque no se trata de tanto de los nativos digitales, ya que esta nueva tecnología la utilizan todas las generaciones.
A pesar de ello, apuntó que no es «la panacea», porque va a evolucionar, una idea con la que mostró su acuerdo la fundadora y CEO de Saturno Labs y Premio Nacional de Innovación 2024, Natalia Rodríguez, quien añadió que «estamos en el día 1 de la inteligencia artificial», pero que ha venido para quedarse y debemos valorar cómo nos va a afectar.
Javier Díaz-Giménez, economista y profesor del IESE, indicó durante su intervención que antes del ‘software’ debemos hablar del ‘hardware’, y recordó que el primer momento clave fue cuando Steve Jobs nos presentó la primera versión del IPhone, al que siguió tiempo después la victoria de Deep Blue en el mundial de ajedrez o de AlfaGo, que puede ganar a cualquiera. A partir de aquí, la pregunta a responder es «¿Hacia dónde vamos?».
Los últimos avances en IA ponen en jaque a los profesionales más intelectuales, no tan mecánicos, como ha señalado Recuenco. Históricamente aparecía una nueva tecnología y había muchos trabajadores que se iban a la calle, pero «es la primera vez que peligra más un matemático que un fontanero».
Díaz- Giménez ha matizado que Deep Blue nos mostró que no podemos competir con la máquina, y sin embargo no se ha terminado el ajedrez. Para él la IA es una suerte de exoesqueleto que multiplica tu capacidad productiva.
El riesgo real sobre determinadas profesiones lo ha traído el boom de IA generativa, según Natalia Rodríguez, quien añade que, pese a las dudas y temores que plantea la tecnología, hay muchos que están viendo cómo maximizar su trabajo y sacarle un buen partido. Por ello entiende que la formación y la educación van a ser diferenciales, pero sobre todo la actitud frente a la tecnología, cómo evolucionamos cada uno de nosotros al respecto.
Anna Cejudo discrepó de este pesimismo porque la IA es una herramienta que puede dar mucho valor. Para ella, es «como un cuchillo, un instrumento muy útil si lo sabes usar, pero que te puede matar si no comprendes sus riesgos».
«La IA no nos va a quitar el trabajo, nos lo va a quitar el que sepa usarla», ha apostillado Javier Díaz-Giménez. «Esta nueva realidad es inquietante pero no tiene porque ser negativa». Lo más importante va a ser «resolver cómo distribuir la productividad y la riqueza económica que esta tecnología genere».
Los participantes en el debate también recogieron los desafíos que entraña la inteligencia artificial y que se resumieron en una frase: «la IA es una hecatombe», porque la ética y la moral son privativas y están en manos de las grandes corporaciones, como ha añadido Recuenco.
Natalia Rodríguez ha matizado que cuando llegue la regulación o legislación ya nacerá obsoleta. Uno de los grandes problemas es que «los estados están muy asustados porque han perdido poder». Pero Díaz-Giménez ha recordado que estamos delante de esta tecnología para utilizarla y tenemos la decisión y la libertad para utilizarla de una manera o de otra; «podemos autodefendernos porque nadie te impide hacer clic ni te obliga a hacerlo».
Todas estas ideas se cruzaron con el caso práctico que trajo Nicolás Vilela, el cofundador y CEO de ZTZ Tech Group, desde Argentina. Su empresa ofrece soluciones de IA que agiliza por un coste muy bajo enormes cantidades de gestión administrativa imprescindible. Y ya lo están aplicando grandes marcas globales como Uber o MercadoLibre.