La juez de Instrucción número 8 de Madrid ha archivado la investigación contra 18 de los 41 detenidos en la denominada ‘Operación Sana’ que se desarrolló el pasado mes de enero contra una presunta trama de explotación a menores, cinco de ellas tuteladas.
Así consta en un auto, al que tuvo acceso Europa Press, en el que la magistrada acuerda el sobreseimiento parcial y deja «cuantas medidas cautelares: alejamiento, libertad provisional, comparecencias apud acta, se hubieran impuesto con anterioridad a los referidos investigados».
La trama de prostitución destapada se saldó con 41 detenidos, ingresando ocho de ellos en prisión preventiva. Entre los arrestados figuraba el rapero Saymol Fyly, un conocido ‘youtuber’ que presuntamente captaba a las menores utilizando su música y que sigue investigado.
El rapero junto con otros miembros de la trama sexual, algunos de bandas latinas, las enganchaban presuntamente al consumo de cocaína base para «venderlas a toxicómanos» en narcopisos y chabolas, según consta en el sumario. La red operaba en el sur de la capital, en Vallecas, San Cristóbal y Villaverde.
En los últimos meses, la juez ha interrogado al menos a tres de las menores víctimas de este supuesto entramado de prostitución infantil. En líneas generales, las chicas no recuerdan apenas detalles de los supuestos abusos, ya que en el momento de los hechos consumían base, un derivado de cocaína.
«Estaba totalmente drogada», afirmó una de las víctimas de 13 años durante su declaración judicial. El relato de las menores coincide en que fueron enganchadas al consumo de base, por lo que mantenía relaciones con hombres a cambio de esta droga. Algunas de forma voluntaria y otras, forzada.
Una de las testigos protegidas habría señalado a la jueza que identificó a varios de los investigados «coaccionada» por agentes de la Policía Nacional.
El débil relato de las chicas, según algunas defensas, y las incongruencias en su relato propició en el mes de mayo la puesta en libertad de los presuntos cabecillas de la trama.
La libertad de los encarcelados tenía lugar al considerar que ya no hay peligro de destrucción de pruebas o riesgo de fuga, dos de los requisitos para que se pueda decretar o prorrogar la situación de prisión preventiva.
Uno de los hechos más graves vinculados a este entramado de prostitución se produjo el pasado agosto con el encierro de una menor durante varios días en los que sus captores la daban base y agua. Este suceso se investiga en otro juzgado como una investigación aparte por su gravedad.