Las primeras semanas tras la ruptura de Íñigo Onieva y Tamara Falcó no fueron fáciles, pero Carolina Molas recupera poco a poco la normalidad. Los medios de comunicación no la siguen, ya no hay cámaras a las puertas de su domicilio y, mucho más relajada que en los días que siguieron al escándalo, la madre del empresario no ha dudado en confesar lo que siente por la marquesa de Griñón tras disfrutar de un almuerzo íntimo con su hijo, en quien está completamente volcada en estos momentos convulsos.
Discreta, pero con la educación que la caracteriza, Carolina admite que sigue sintiendo un gran cariño por la exnovia de su hijo y, a pesar de lo mal que lo ha pasado Íñigo tras su ruptura – señalado como uno de los villanos del país y con su imagen pública seriamente dañada por su deslealtad a Tamara – no duda en desearle lo mejor a la que a punto estuvo de convertire en su nuera: «Claro que sí. Le tengo cariño» asegura.
Sin embargo, la madre de Íñigo ha evitado pronunciarse sobre su propia ruptura sentimental – ya que se habría divorciado de su segundo marido el pasado verano – y tampoco ha entrado en las informaciones que rodean al anillo de compromiso que su hijo le regaló a su entonces prometida.