El Gobierno de Pedro Sánchez recibió hace casi un año un aviso formal de los servicios secretos españoles de la probabilidad de que los teléfonos del presidente y de sus ministros hubieran sido espionados con el sistema Pegasus.
El Gobierno de Pedro Sánchez recibió hace casi un año un aviso formal de los servicios secretos españoles de la probabilidad de que los teléfonos del presidente y de sus ministros hubieran sido espionados con el sistema Pegasus.
Según informaron a Servimedia fuentes del Ejecutivo, las distintas áreas del Gobierno fueron alertadas tras tener constancia de que al menos uno de los ministros había sido víctima del software sofisticado desarrollado por Israel y que manejan países de todo el mundo.
Aquel espionaje habría ocurrido sobre la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en plena crisis diplomática con Marruecos por prestar asistencia sanitaria en Logroño al líder del Frente Polisario, que tuvo como consecuencia que el país vecino abriera la frontera con Ceuta y dejara pasar a miles de personas.
En cuanto los servicios secretos tuvieron confirmación formal de los hechos, dieron traslado al Palacio de la Moncloa y pusieron sobre aviso al resto de los ministerios ante la posibilidad de que hubiera pasado lo mismo con los jefes de otros departamentos.
Junto a la alerta se mandó un informe de 15 páginas elaborado por el Centro Criptológico Nacional con contenido específico sobre Pegasus en el que se advertía expresamente de que podía infectar el teléfono de los ministros sin que se dieran cuenta y arrebatarles información sensible e incluso activar su micrófono sin necesidad de que hicieran nada.
Además, contenía indicaciones técnicas precisas para que cada ministerio pudiera analizar los teléfonos de sus altos cargos y detectar si habían sido invadidos por el software Pegasus mediante la realización de una copia de seguridad.
Esta tarea quedaba en manos de cada departamento, sin perjuicio de que pudiera solicitarse ayuda a los expertos del Centro Nacional de Inteligencia porque, según las fuentes consultadas por Servimedia, los ministerios disponen de personal propio para la gestión de las comunicaciones y los teléfonos de los cargos públicos.
Aunque ha pasado casi un año de aquella circunstancia, el Gobierno no ha informado de que tomara medidas de seguridad en aquel momento. Sin embargo, el Ejecutivo desveló ayer a primera hora de la mañana que tanto Pedro Sánchez como Margarita Robles fueron espiados en mayo y junio de 2021, respectivamente.
Lo hizo después de que La Moncloa recibiera el domingo un informe que había solicitado al Centro Criptológico Nacional para confirmar formalmente que los móviles de Sánchez y Robles estaban infectados por Pegasus.