La NASA y Boeing han pospuesto el lanzamiento del segundo intento de vuelo de la nave Starliner a la Estación Espacial Internacional mientras se investigan fallos en su sistema de propulsión.
Los equipos de ingeniería han estado trabajando para restaurar la funcionalidad de varias válvulas en el sistema de propulsión de Starliner, que no se abrieron como estaba diseñado durante la cuenta regresiva del lanzamiento para el intento de lanzamiento del 3 de agosto. Las válvulas se conectan a propulsores que permiten abortar y maniobrar en órbita.
«Aunque queríamos ver volar a Starliner en esta oportunidad de lanzamiento, es fundamental que nuestro enfoque principal sea la seguridad del sistema de transporte de la tripulación, para la seguridad de la estación espacial y los miembros de la tripulación que volarán en estos vehículos. Solo realizaremos esta prueba cuando creemos que estamos listos y podemos completar los objetivos de la misión», dijo en un comunicado Kathryn Lueders, administradora asociada de la Dirección de Misiones de Exploración Humanas de la NASA.
En las instalaciones a las que se retiró la cápsula y el cohete tras aplazarse el lanzamiento, Boeing pudo abrir nueve de las 13 válvulas que anteriormente estaban en la posición cerrada utilizando técnicas de mando, mecánicas, eléctricas y térmicas.
Los equipos ahora comenzarán el proceso para trasladar a Starliner de regreso a la instalación de procesamiento de carga y tripulación comercial de Boeing en Florida para una solución de problemas a nivel más profundo de cuatro válvulas del sistema de propulsión que permanecen cerradas y un análisis más detallado de la nave espacial.
La NASA, Boeing y United Launch Alliance establecerán una nueva fecha de lanzamiento una vez que se resuelva el problema.
Junto a la Crew Dragon de Space ya operativa, Starliner es la otra nave contratada por la NASA a firmas privadas para el traslado hacia y desde la Estación Espacial Internacional en los próximos años.