Netflix estrenó un nuevo documental sobre un drama criminal que conmocionó a Estados Unidos en los 80s. “La niña de la foto”, o ‘Girl in the Picture’ por su nombre en inglés, se ha convertido en uno de los más vistos ya que aborda temas como secuestro, prostitución infantil, abuso sexual y falsificación de identidad.
Este documental de Netflix abre la caja de pandora sobre un caso que da varios giros inesperados. Cerca a la carretera a Oklahoma City, apareció una mujer que había sido supuestamente atropellada.
Sin embargo, cuando fue llevada al hospital, los médicos notaron que había sido golpeada en varias ocasiones además de haber sido abusada sexualmente. Pronto, llegó Clarence, su esposo, un hombre mayor con quien ella tuvo un hijo.
Al poco tiempo de estar internada, ella murió, por lo que su bebé fue llevado en adopción. Sus amigas llamaron a la familia de la joven, pero cuando se comunicaron con ellos, pensaron que le estaban jugando una broma ya que los señores dijeron que su hija había muerto hace años. Entonces, ¿quién era realmente esta mujer?
Ahí inicia el punto atrapante del documental de Netflix “La niña de la foto”debido a que cada vez que están cerca de la verdad, aparecen más preguntas ya que la joven creció creyendo que su secuestrador y abusador era su padre.
Franklin Delano Floyd es un criminal que se cambió de nombre varias veces para escapar de las autoridades. Durante su vida fue a su antojo Warren Judson Marshall o Clarence Marcus Hughes o Trenton Davis o Preston Morgan o Kingfish Floyd.
Desde niño fue maltratado en la casa hogar donde fue a parar luego de que su padre muriera por insuficiencia renal y hepática, y su madre no lo pudo mantener por lo que él y sus hermanos terminaron en distintos lugares.
Un día, uno de sus compañeros lo atacó con una escoba y comenzaron a sodomizarlo por lo que la furia en su ser aumentaba cada día más. De adolescente su comportamiento fue empeorando ya que comenzó a robar, a masturbarse delante de la gente, etc.
A los 15 años viajó a Indianápolis para buscar a su madre, pero era una prostituta. Ella le ayudó a falsificar su edad y documentos para ingresar al ejército norteamericano. Esto no duró mucho porque a los seis meses de haber entrado, Floyd fue descubierto y dada de baja.
Dos años después, robó un arma y comenzó un tiroteo con los policías, Floyd recibió un balazo en el estómago y, tras recuperarse, fue enviado a un centro de delincuentes juveniles. Al salir y no respetar la libertad condicional, regresó a prisión donde fue violado por los demás reclusos.
Su vida dio un giro radical ya que se convirtió en un violador. Obligaba y amenazaba a las mujeres para abusar de ellas y solo algunas lograron escapar con vida.