La obra del artista Guto Ajayu, la cual fue exhibida en el pabellón boliviano de la Bienal de Venecia 2022, es la fusión de los elementos del arte moderno urbano con la memoria cultural de Bolivia.
Cabe mencionar que la participación de este pintor y escultor de 32 años en esta cita está enmarcada en la muestra del colectivo Warmichacha, un grupo de pintores, arquitectos, escultores, fotógrafos, productores audiovisuales y escritores que buscan dejar en alto la historia precolombina y, al mismo tiempo, mostrar la calidad estética de un país donde se mezclan diversas culturas.
Bienal de Venecia: el Piramidismo Cromático
A través de una propuesta que encuentra en los colores vibrantes una forma de expresar una combinación de elementos ancestrales y contemporáneos, Guto Ajayu se ha convertido en uno de los jóvenes referentes del arte urbano, generando la admiración de la crítica a nivel internacional en un mercado artístico cada vez más exigente. Tanto es así que ha presentado sus obras en la presente edición de la Bienal de Venecia, el evento artístico más antiguo e importante del mundo.
En la misma, este artista radicado en España manifiesta su admiración por etnias y pueblos originarios como los Aymara, utilizando las memorias de su infancia entre los Andes y la Amazonia boliviana para lanzar su particular visión de futuro mediante su trazo irreverente en materiales como la madera reciclada y las prendas de vestir. De esta forma, Augusto Mendoza Mendieta, su verdadero nombre, logra mezclar de forma efectiva elementos de la arquitectura andina con el arte internacional contemporáneo y las formas geométricas piramidistas.
Una muestra de arte original y originaria
Como parte del colectivo Warmichacha, la línea pictórica de Guto Ajayu funde la simbología ancestral con elementos del muralismo y el grafiti como una forma de reinterpretar el pasado, utilizando sus propias raíces culturales y el legado de su estancia en Europa, donde se radicó en el año 2018.
Así, la Bienal de Venecia es una ocasión ideal para quienes busquen asistir a una muestra de arte inclusiva y universal, en la que se entabla una conversación entre las ideas del mundo occidental y las antiguas civilizaciones del sur, ya que, como afirma el artista, su trabajo es el de un «arqueólogo estético que busca crear puentes entre el ayer y el hoy a través de la simbología».