La inteligencia artificial (IA) está impulsando una nueva revolución en la medicina y en el sector sanitario, principalmente para el análisis de imágenes y el modelado de enfermedades, pero su impacto en la salud de las personas aún es limitado, según un nuevo estudio de la Universitat Politècnica de València y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la ‘Revista Internacional de Informática Médica’.
La IA se utiliza de varias maneras en la atención de la salud, desde pruebas moleculares y genéticas hasta imágenes médicas, análisis de códigos de diagnóstico y predicciones de brotes de enfermedades infecciosas como parte de los programas de protección de emergencias sanitarias. Sin embargo, su aplicación sigue siendo limitada y se usa con mayor frecuencia solo en laboratorios y pruebas, dice el estudio. «A pesar de los grandes avances y el alto nivel de madurez de la IA en ciertos dominios clínicos, la revisión de revisiones sistemáticas concluye que el uso de IA es aún escaso en la práctica clínica», señala la investigación.
La doctora Natasha Azzopardi-Muscat, directora de la División de Políticas y Sistemas Nacionales de Salud de la OMS/Europa, y el doctor David Novillo-Ortiz, Asesor Regional sobre Datos y Salud Digital, se encuentran entre los autores del artículo, junto con expertos de la Universitat Politécnica de València en España. El documento revisó 129 estudios y revisiones sistemáticas para llegar a sus conclusiones.
Según recuerda el documento, la IA puede proporcionar herramientas poderosas para automatizar tareas y apoyar e informar a médicos, epidemiólogos y responsables políticos sobre las estrategias más eficientes para promover la salud a nivel individual y de población.
De cara al futuro, el documento también señala que el uso de datos digitales tiene el potencial de mejorar la salud y el bienestar de las personas y protegerlas mejor de las emergencias. Al mismo tiempo, dice que los datos digitales deben impulsarse mediante el uso de «algoritmos de aprendizaje automático en la toma de decisiones clínicas basadas en la población con el uso de ‘big data’ y nuevas tecnologías de comunicación».
Muchas de las revisiones concluyeron que la IA y el aprendizaje automático «desempeñarán un papel importante para ayudar a los médicos a identificar indicadores específicos», lo que conducirá a un mejor diagnóstico, tratamiento y resultados, pero los aspectos metodológicos deben considerarse debidamente para lograr un progreso real en beneficio de la ciencia y, por lo tanto, asistencia sanitaria universal.
Los sistemas de atención médica podrán mejorar la calidad de la cobertura de salud universal y responder mejor a las emergencias en el futuro a través del modelado de IA, señalan los autores. En un desarrollo relacionado, la OMS/Europa informó a principios de este año que «los avances en ‘big data’ e inteligencia artificial han abierto nuevas oportunidades para monitorear la salud y combatir las enfermedades no transmisibles o ENT».