La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado a 3.413 los casos confirmados, entre el 1 de enero y hasta el 22 de junio, de viruela del mono en 50 países de todo el mundo y una muerte por esta causa.
Además, desde el pasado 17 de junio se han notificado 1.310 nuevos casos y ocho países han notificado por primera vez personas contagiadas de este virus. A nivel general, la mayoría de los casos se han notificado en Europa (2.933), si bien también se han detectado en África (73), la Región de las Américas (381), la Región del Mediterráneo Oriental (15) y la del Pacífico Occidental (11).
En Nigeria es donde se ha registrado el primer y único fallecido por la viruela del mono. No obstante, el organismo de Naciones Unidas ha comentado de que se espera que el recuento de casos cambie a medida que haya más información disponible diariamente y los datos se verifiquen conforme al Reglamento Sanitario Internacional (2005).
Por otro lado, la OMS ha informado de que los datos preliminares de los ensayos de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) indican que los genes del virus de la viruela símica detectados pertenecen al clado de África occidental. Asimismo, ha pedido a los países que utilizan vacunas contra la viruela símica que lo hagan en el marco de estudios clínicos colaborativos, utilizando métodos de diseño estandarizados y herramientas de recopilación de datos clínicos y de resultados para aumentar rápidamente la generación de pruebas.
«Es probable que se subestime el número real de casos, en parte debido a la falta de reconocimiento clínico temprano de una infección previamente conocida en solo unos pocos países, y por los limitados mecanismos mejorados de vigilancia que hay en muchos países para esta enfermedad previamente ‘desconocida’ para la mayoría. No se pueden descartar infecciones asociadas a la atención de la salud (aunque no se han probado hasta la fecha en el brote actual)», ha enfatizado la OMS.
Dicho esto, ha destacado la necesidad de que los países estén en alerta a las señales relacionadas con pacientes que presentan una erupción que progresa en etapas secuenciales (máculas, pápulas, vesículas, pústulas, costras, en la misma etapa de desarrollo en todas las áreas afectadas del cuerpo), las cuales pueden estar asociadas con fiebre, ganglios linfáticos agrandados, dolor de espalda y dolores musculares.
Además, durante este brote actual, muchas personas presentan síntomas atípicos que incluyen una erupción cutánea localizada que puede incluir tan solo una lesión. La aparición de lesiones puede ser asincrónica, y las personas pueden tener una distribución perigenital y/o perianal primaria o exclusivamente asociada con ganglios linfáticos inflamados dolorosos locales.
«Algunos pacientes también pueden presentar infecciones de transmisión sexual y deben someterse a pruebas y recibir el tratamiento adecuado. Estas personas pueden presentarse en varios entornos comunitarios y de atención médica, incluidos, entre otros, atención primaria y secundaria, clínicas de fiebre, servicios de salud sexual, unidades de enfermedades infecciosas, obstetricia y ginecología, departamentos de emergencia, especialidades quirúrgicas y clínicas de dermatología», ha detallado el organismo.