La Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa y la Oficina Regional de Europa y Asia Central del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han solicitado a los países europeos, especialmente en aquellos donde predomina la variante Delta, que abran los colegios y garanticen el cumplimiento de las medidas para evitar la transmisión del coronavirus.
Estas medidas incluyen ofrecer a los maestros y otro personal escolar la vacuna COVID-19 como parte de los grupos de población objetivo en los planes nacionales de vacunación, al tiempo que se garantiza la vacunación de las poblaciones vulnerables.
Además, abogan por vacunar a los niños de 12 años o más que tengan afecciones médicas subyacentes que los pongan en mayor riesgo de contraer la enfermedad COVID-19 grave. Del mismo modo, las organizaciones han instado a los países a hacer mejoras en el entorno escolar a través de una mejor ventilación de las aulas, tamaños de clases más pequeños cuando sea posible, distanciamiento físico y pruebas regulares a los niños y al personal.
«La pandemia ha causado la interrupción más catastrófica de la educación en la historia. Por lo tanto, es vital que el aprendizaje en el aula continúe ininterrumpidamente en toda la región de Europa de la OMS. Esto es de suma importancia para la educación, la salud mental y las habilidades sociales de los niños, para que las escuelas ayuden a preparar a nuestros niños para que sean miembros felices y productivos de la sociedad», ha dicho el director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge.
Y es que, tal y como han recordado la OMS y UNICEF, la pauta completa de vacunación contra el coronavirus reduce significativamente el riesgo de enfermedad grave y muerte. «La vacunación es nuestra mejor línea de defensa contra el virus y, para que la pandemia termine, debemos aumentar rápidamente la administración de las vacunas de manera justa en todos los países, incluido el apoyo a la producción de las mismas y el intercambio de dosis. También debemos seguir aplicando las medidas sociales y de salud pública que sabemos que funcionan, incluidas las pruebas, la secuenciación, el rastreo, el aislamiento y la cuarentena», ha enfatizado Kluge.
Por su parte, el director regional adjunto de UNICEF para Europa y Asia Central, Philippe Cori, ha insistido en que todas las personas tienen un papel que desempeñar para garantizar que las escuelas permanezcan abiertas en toda la región. «Los niños y los jóvenes no pueden correr el riesgo de tener otro año de aprendizaje interrumpido. La vacunación y las medidas de protección juntas ayudarán a prevenir el regreso a los días más oscuros de la pandemia, cuando las personas tenían que soportar el encierro y los niños tenían que experimentar interrupciones en el aprendizaje», ha detallado.
Para ayudar a mantener las escuelas abiertas y seguras, la OMS, UNICEF y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) han respaldado un conjunto de ocho recomendaciones de expertos desarrolladas por el Grupo Asesor Técnico Europeo de la OMS para la escolarización durante el COVID-19.
Estos consejos pasan por abrir los colegios, implementar estrategias de testeo, asegurar medidas efectivas de mitigación de riesgos, proteger el bienestar mental y social de los niños, proteger a los niños más vulnerables y marginados, mejorar el ambiente escolar, involucrar a los niños y adolescentes en la toma de decisiones, e implementar una estrategia de vacunación diseñada para mantener a los niños en la escuela.