El impacto de la pandemia de la covid-19 ha influido en que la energía bruta disponible o demanda energética del petróleo y la nuclear hayan descendido a los niveles más bajos desde 1990 en la UE, según datos de Eurostat.
Los datos, correspondientes a 2020 y recogidos por Servimedia, indican que el petróleo (34,5%) y el gas natural (23,7%) siguieron siendo ese año las fuentes de combustible más importantes en la combinación energética de la UE, pero volvió a aumentar la participación de las energías renovables.
Tras superar al carbón y la energía nuclear, las energías renovables están en camino de convertirse en la fuente de energía más importante en una futura economía climáticamente neutra de la UE, según Eurostat.
En 2020, la demanda energética de petróleo y derivados del petróleo (excluyendo la porción de biocombustibles mezclados) bajó un 12,6% en la UE, con lo que alcanzó los niveles más bajos desde 1990. La energía nuclear descendió un 10,7% y también se situó en el umbral más pequeño desde 1990.
El carbón continuó la tendencia a la baja de años anteriores y registró una caída del 18,3%, lo que supone cinco años consecutivos de descenso. En comparación con 2015, su demanda energética se ha reducido en un 40%. Su participación en el mix de oferta ahora apenas supera un 10%, mientras que en 1990 era de un 25,7%.
El gas natural experimentó la misma tendencia descendiente, pero en menor escala, con un 2,4% menos en 2020.
Por el contrario, las energías renovables y los biocombustibles continúan su tendencia alcista de largo plazo en la UE. Tras superar a los combustibles fósiles sólidos y la nuclear en la década anterior, el próximo hito hacia una economía más sostenible y libre de carbono sería superar al gas natural.
CONSUMO
Por otro lado, el impacto de la covid-19 es más notable en el consumo de energía final de los productos derivados del petróleo, con una caída del 10,3% en 2020, aunque también descendió el del gas natural (-2,6%).
Las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia afectaron a algunos productos derivados del petróleo más que a otros combustibles. La turbosina tipo queroseno registró un descenso notable (-48,1%), mientras que la gasolina para motores (-13,9%) experimentó un descenso menor.