La policía de China ha procedido al cierre del primer burdel de muñecas sexuales del país en Shenzhen, un lugar donde se llegaba apagar hasta 25 euros por pasar una hora con una muñeca inanimada.
Según el propietario, Li Bo, los agentes realizaron el procedimiento el pasado jueves «sin argumentos». «No hubo explicación ni documentación legal de las autoridades», declaró Bo a la revista ‘Sixth Tone’. Las autoridades encontraron en el interior a un único cliente.
El propietario, de 34 años, abrió su primera casa de citas de muñecas sexuales en 2018 en el distrito Longhua de Shenzhen con un considerable éxito. Seguidamente, el pasado mes de diciembre abrió un segundo en en el distrito de Bantian, que cuenta con unos 120.0000 trabajadores con medios limitados para “satisfacer sus necesidades sexuales”, por lo que se convirtió en otro éxito no exento de polémica, ya que se descubrió que incluso los menores visitaban sus instalaciones, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
“Los problemas legales que podrían enfrentar estas tiendas podrían estar relacionados con la higiene o las operaciones comerciales ilegales”, dijo el abogado Ding Jinkun. «Pero actualmente en China, no existe una prohibición legislativa sobre esta forma de negocio».