La Policía alemana ha confirmado este sábado que las tres fallecidas del ataque con cuchillo perpetrado en la víspera en la ciudad bávara de Wurzburgo eran mujeres y se encontraban en la tienda donde comenzó el letal asalto que ha dejado otros siete heridos, entre ellos cinco graves y dos de ellos críticos.
La primera fallecida era una empleada de la tienda donde el sospechoso, ahora bajo custodia, entró para pedir un cuchillo que, decía, quería comprar. Con la hoja en sus manos, procedió a apuñalar a la mujer, que acabó sucumbiendo a sus heridas.
El sospechoso procedió a matar a otras dos mujeres en la tienda antes de proseguir con sus ataques en un banco y, finalmente, en plena calle, hasta que los ciudadanos le acorralaron en un callejón, donde finalmente fue reducido por los agentes, ha explicado el jefe de Policía, Gerhard Kallert.
Los abogados del sospechoso, herido en una pierna de un disparo policial durante su detención, han confirmado que ya ha sido imputado de tres cargos de asesinato y seis por intento de asesinato.
Hay cinco heridos graves que siguen siendo atendidos en diferentes hospitales; dos de los cuales siguen en estado crítico. Otras dos personas con heridas leves han sido dadas de alta.
El sospechoso, de 24 años y origen somalí, había recibido tratamiento psiquiátrico, estaba en tratamiento psiquiátrico y fue ingresado unos días antes del ataque. También tenía antecedentes por delitos violentos, como anunció el viernes por la noche el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.
La Policía alemana todavía está intentando concretar si existen indicios de atentado terrorista dado que el joven gritó «Alá es grande» durante el ataque, pero de momento no hay una conclusión oficial.