La primera novela contemporánea de las letras gallegas, ‘Maxina ou a filla espuria’, regresa a las librerías 141 años después de su publicación a través de una edición especial que presenta la obra al público lector del siglo XXI e incluye la reproducción facsimilar el manuscrito conservado en el archivo de la Real Academia Galega (RAG).
Marcial Valladares (1821-1903) escribió ‘Maxina ou a filla espuria’ en 1870, poco después de terminar la versión inicial de su diccionario gallego-castellano, el primer gran diccionario de la lengua gallega y la obra que reportó un mayor respeto entre los coetáneos.
Pero el protagonista del Día das Letras Galegas de 1970 también fue gramático y desarrolló una notable recogida de cantigas y refranes. Además, tal y como recuerda la RAG en un comunicado, mereció un lugar destacado en el Rexurdimento como pionero en el uso del gallego como poeta y autor de Maxina.
Aunque inicialmente la edición semifacsimilar de la obra iba a ser presentada el miercóles a las 19,00 horas en el la parroquia de Berres, en A Estrada, finalmente el acto tendrá lugar en el Teatro Principal ante la previsión de lluvia.
La Editorial Galaxia vuelve a llevar a las librerías esta pieza con la colaboración de la Real Academia Galega y la secretaría xeral de Política Lingüística. La digitalización del manuscrito conservado en la RAG fue realizada por Unayta.
El presidente de la Real Academia Galega, Víctor F. Freixanes, participará en la presentación del volumen cuando el director xeral de Galaxia, Francisco Castro; el responsable de la edición, Xesús Domínguez Dono; el alcalde da Estrada, José López; y el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García.
‘Maxina ou a filla espuria’ se publicó por primera vez en 1880, el mismo año que ‘Follas Novas’ de Rosalía de Castro. La obra vio la luz en 16 entregas en la revista ‘La Ilustración Gallega y Asturiana’, dirigida por Manuel Murguía.
Siguiendo los trazos del folletín, la novela narra la historia desgraciada de Otilia de Sancti-Petri, una joven de la burguesía compostelana que es violada en un baile de máscaras y queda embarazada de una hija a la que llamará Maxina. La pequeña será criada por dos campesinos, Inés e Caitán, junto a su medio hermano Ermelio, ahijado de Salvio, el señorito de Rebordán, enamorado y pretendiente de Otilia.